El descenso en la temperatura en esta época del año, en la cual comienza a darse la floración de los árboles de manzana en huertas de Cuauhtémoc y la región, obliga a los productores a quemar leña, combustible y otros desechos para proteger la futura cosecha, práctica que genera una gran contaminación del aire.
A pesar de ello, el actual representante de los manzaneros en Cuauhtémoc, Alejandro Bordas, considera que es necesario el recurrir a esta práctica conocida como "prendidas" ya que es la única forma de proteger a los árboles de manzana de las "heladas tardías" que se registran durante estos meses.
Un marcado descenso en la temperatura puede "quemar" la pequeña flor del manzano que comienza a brotar en estos días en los que inicia la primavera y afectar una cosecha entera que puede representar el ingreso de cientos de familias que dependen de dicha cadena productiva.
Este fenómeno aunado al uso de leña en calefactores durante la temporada invernal y la quema de esquilmo en tierras agrícolas menonitas, ha ocasionado la presencia de múltiples enfermedades respiratorias, alergias y otros padecimientos entre la población, de acuerdo a lo señalado por el Departamento de Ecología del municipio.
A pesar del riesgo que implica la contaminación del aire en Cuauhtémoc, a niveles que se pueden comparar con los captados durante las contingencias ambientales de la Ciudad de México y su área metropolitana, una gran parte de la población considera que está práctica es un "mal necesario" por la importante derrama económica que la fruticultura deja en Cuauhtémoc y varios municipios de la región como Guerrero, Namiquipa y Bachíniva.