Alfonso Lechuga, presidente del Consejo Estatal Agropecuario, dijo que este 2021 será un año agrícola complicado, porque se dejaron de sembrar algunas plantaciones, sin embargo para 2022 se espera que el ciclo de lluvias sea regular en agosto, septiembre y mediados de octubre, para lograr una recuperación significativa de las presas.
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Comentó que las lluvias han aumentado los niveles de las presas, agua que se destina a los distritos de riego y aunque es benéfico, subrayó que no cantan victoria porque la recuperación ha sido lenta.
“Tenemos que llegar a niveles del 50 o 60% (sobre todo en la principal, que es la presa La Boquilla) para garantizar el 100% del ciclo de riego 2022”, explicó y mencionó que dicha presa en lo particular se encuentra en este momento en un 36%, mientras que Las Vírgenes suma alrededor de un 40% y la Abraham González, en Guerrero, alcanza entre el 35 y 40%.
Indicó que en la región centro-sur sólo se sembró el 30% de la superficie cultivable, lo que no hubiera sido posible sin la defensa que se hizo del agua de las presas en el distrito 005, donde, subrayó, la federación pretendía pagar las aguas del tratado con la de las presas, lo que nunca ha ocurrido en la historia.
“La situación de las presas es una responsabilidad del Gobierno Federal, del Comité de Grandes Presas de la Conagua. Esto va a continuar, no podemos decir que los productores hagamos un manejo de las aguas nacionales, sin embargo debemos tener una relación armónica con la Conagua para llegar acuerdos en el manejo de las presas y que no se repita una situación similar”, declaró.
Aunque las precipitaciones han estado presentes y no son suficientes, Alfonso Lechuga, aseguró que la producción será positiva este 2021 en términos generales, pues se logró establecer y siguen cultivándose frijol y maíz de temporal, y en la Sierra Tarahumara se sembraron alrededor de 30 mil hectáreas que son para autoconsumo y que vienen a bajar la presión que había por la situación de hambruna en la población indígena.