De acuerdo a información proporcionada por el presidente Seccional de Anáhuac en el municipio de Cuauhtémoc, Saúl Sausameda Montes, la Laguna de Bustillos registra el 65 por ciento de su capacidad, lo que no es preocupante al existir antecedentes de que el cuerpo de agua más grande de la región de Cuauhtémoc se secó en gran porcentaje a inicios de la década de los 90.
Saúl Sausameda indicó que la información obtenida sobre la condición de la Laguna de Bustillos fue proporcionada por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), quien, incluso, facilitó imágenes satelitales sobre el nivel de agua que se tiene desde el comienzo de la sequía del año 2023.
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“La superficie total del cuerpo de agua ahorita se mantiene alrededor del 65 por ciento, de acuerdo a CONAGUA, entonces estamos hablando de que hemos tenido hasta la fecha una pérdida de alrededor del 35 por ciento, y de acuerdo a la institución lo que se ve como morado en las gráficas satelitales es el cuerpo de agua que tenemos”, explicó el Presidente Seccional.
Mencionó que en las imágenes satelitales se observa la formación de un islote, lo que indica que aún existe un punto profundo de agua, mientras que lo seco se dio en las partes más bajas del espejo de agua.
De acuerdo a los lugareños, año tras año se presenta una erosión importante por los constantes vientos que se presentan en gran parte del año principalmente en los meses de febrero a abril, sin embargo, destacaron que en el presente año se ha prolongado las rafas de viento que son factor de que la Lagua se seque rápidamente, aunado a las altas temperaturas y falta de humedad.
Pese a ser un cuerpo de agua altamente salitrosa, que es poco utilizado en el sector primario, la Laguna de Bustillos es considerado como un importante humedal que se ha convertido en el hábitat natural de diversas especies de aves migratorias, que son de gran importancia para el equilibrio del ecosistema.
Si bien la superficie de agua aún no está en niveles críticos, existen riesgos de que, al carecer de lluvias, se repita la sequía de principios de la década de 1990, en la que la Laguna de Bustillos se secó a grado tal de que los habitantes de zonas rurales podrían cruzar la mitad del cuerpo de agua.
Sin embargo, fue en meses después del periodo mencionado que se registró la mayor cantidad de lluvias en la historia de la región, lo que provocó que lo que se creía como un extinto cuerpo de agua, sobrepasara su nivel desbordando sus límites hasta llegar a la zona habitacional dejando cientos de familias damnificadas.