“Salimos cansadísimos, fue muy difícil el acceso”, señaló Julieta Pérez Quezada, brigadista del ejido Ciénega de Guacayvo. Ella junto con Luz Campos, son las dos únicas mujeres de una brigada de 29 voluntarios de Bocoyna y San Rafael, quienes trabajaron hasta las 02:30 horas de este miércoles para sofocar el incendio en la comunidad de San Elías.
Tras salir de Creel, hicieron una hora de camino hasta llegar a la escuela de la comunidad de San Elías, punto donde se encontraba el equipo de Protección Civil, quienes los dirigieron a la parte baja del incendio.
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Luz y Julieta relataron que al llegar a la parte de los gaviones se encontraron con elementos de la Guardia Nacional, quienes les dieron algunas indicaciones.
Los brigadistas caminaron por el arroyo hasta llegar a una zona ya intervenida por 6 elementos de la Guardia Nacional, quienes a su vez los enviaron dos kilómetros más adentro donde se encontraba el bosque en llamas.
Entre los brigadistas se cuidaban uno a otro debido a que la visibilidad se complicaba debido al humo. “Estaba sofocado, muy feo, pero teníamos que avanzar”, detalló Luz.
Los brigadistas voluntarios decidieron abrir una brecha en la parte baja, a 200 metros de donde iba el fuego. “Hicimos la brecha y le metimos un contrafuego, el fuego que metimos chocó con el otro y ardió lo del centro. Ya no pasó el fuego”.
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Permanecieron en el lugar para evitar la propagación, además hicieron una brecha de 2 kilómetros hasta topar con la punta del cerro. “Estaba muy empinado, ya me andaba quedando sin cara porque rodaban las piedras. Un susto”, comentó Luz y agregó “Se logró apagar gracias a Dios”.
A la brigada de voluntarios que coordina Luz, se unieron otros brigadistas de Creel y de San Rafael, a estos últimos les apoyaron con el combustible para que pudieran regresar a su hogar.
Luz y sus compañeros están a punto de salir de San Juanito a la zona de El Llano, muy cercano a Sisoguichi, donde el incendio es fuerte. Julieta resaltó que de San Juanito a la zona cero son alrededor de dos horas.
El esfuerzo que realizan los brigadistas es enorme con el objetivo de preservar el bosque y con ello, la flora y la fauna, por lo que requieren de ayuda. De la ciudad aporte para que el pulmón de la Sierra Tarahumara no se extinga, recuerde que además es la fabrica de lluvia, que en esta época tanto necesita nuestra tierra.
