El milagro de cada día ocurre en el Centro Municipal de Equinoterapia que hoy cumple un año de operaciones, brindando atención a un total de 81 usuarios, en un rango de edad desde los tres a más de 65 años de edad, con diferente tipo de discapacidades, que han logrado realizar una mejora en su calidad de vida y llegar a logros terapéuticos con la ayuda de los cuatro caballos que se utilizan para la terapia que es totalmente gratuita y especializada.
Armando Terrazas Borunda, subdirector de Atención a la Salud y Grupos Vulnerables, detalló que se adecuó una sala multisensorial para mayor efectividad en el proceso de los pacientes que ahí se atienden, y aumentar la respuesta positiva. Los usuarios reciben una o dos sesiones a la semana.
El Centro Municipal de Equinoterapia tiene la finalidad de establecer los beneficios de la terapia ecuestre en razón de las diferentes discapacidades a las cuales son viables la aplicación de este mecanismo para aligerar y mejorar las condiciones de la condición de los usuarios.
En un año de experiencia y con el apoyo de diferentes facultades de la Universidad Autónoma de Chihuahua que conjuntamente con el gobierno municipal establecieron un convenio de colaboración para atender a las personas con mayores necesidades físicas, mentales y económicas de la comunidad
La duración de las terapias varía entre 10 y 15 sesiones de 40 minutos cada una, en las que se alcanzan los objetivos de la terapia, y se evalúa al término si requiere continuar con la programación o si se canaliza a otro tipo de terapia.
“Se ven milagros a través de la terapia ecuestre. No existe algo científico para poder asegurar que con base a esto se obtienen resultados específicos, porque cada caso es diferente, pero podemos ver beneficios en el estado físico de los pacientes. La mejor evidencia es platicar con los papás”, destacó Terrazas Borunda.
Los terapeutas cuentan con una certificación en equinoterapia de las más especializadas, además de un equipo de jóvenes universitarios de la Universidad Autónoma de Chihuahua que realizan sus pasantías a favor de los beneficiados del Centro Municipal de Equinoterapia.
Para recibir la terapia se pasan por diferentes filtros, el primero es el médico tratante, el segundo es el médico del centro, y al presentar todos los requisitos, pasa por un filtro sicológico y cuando se acepta que la equinoterapia puede ser de beneficio para el paciente, por su condición de discapacidad, se programa para recibir las sesiones. Al término, se hace una reevaluación y se considera si es necesario dar otra programación de equinoterapia.
Héctor Gurrola, a cargo de Trabajo Social del Centro Municipal de Equinoterapia, compartió que a lo largo de este año han recibido casos de pacientes que llegan en carriolas, andador o muletas, y ya los vemos caminando. Otros niños llegan con problemas de marcha, y al paso de las terapias agarran mejor postura, más equilibrio, mejor lateralidad y una secuencia de procesos que le permiten ser una persona más independiente. Porque pueden llegar a ser totalmente dependientes, desde necesitar a otra persona para bañarlos, cambiarlos, darles de comer. Y estas terapias permiten hacer actividades que son vistas como comunes por el resto de la gente.
Igualmente se atiende a pacientes del trastorno del aspecto autista, con actividades de la vida diaria, tanto físicas, como recreativas o lúdicas, bajando los niveles de ansiedad. También se trabaja con personas con síndrome Down, que ayuda a que su condición física mejore, porque por sus condiciones son generalmente sobrepeso u obesidad, problemas en las primeras cervicales, de lenguaje, motrices de lateralidad y de coordinación.
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