En 20 meses se han asegurado 4 mil 600 kilogramos de queso por incumplimiento con la calidad sanitaria, informó el ingeniero Sergio Armando Amador Almaguer, líder estatal del Proyecto de Alimentos de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
Destacó que el estado de Chihuahua es el cuarto productor de leche a nivel nacional, después de Jalisco, Coahuila y Durango, con una producción de 2 millones 800 mil de litros de leche al día, de los cuales aproximadamente el 57% se destina en su mayor parte para la producción y elaboración de diferentes productos lácteos, como son quesos principalmente, como el Chihuahua, Cheddar, Chester, así como quesos rancheros y asaderos, producción de leche fluida para consumo, al igual de otros productos como crema, requesón, mantequilla, por mencionar algunos.
Estos productos se comercializan en el estado, así como en diferentes partes de la República Mexicana, incluso para exportación.
Actualmente se tiene un padrón de 180 establecimientos de proceso de leche, entre queserías y plantas pasteurizadoras de leche, así como 19 centros de acopio de leche, en los cuales se reciben alrededor de 1 millón, 200 mil litros al día, que se destinan para el proceso de leche fluida y/o deshidratada. Las principales cuencas lecheras del estado se ubican en las regiones de Delicias, Cuauhtémoc, Juárez, Nuevo Casas Grandes, Chihuahua e Hidalgo del Parral.
Señaló que Coespris como parte de la vigilancia se encarga de que las empresas que elaboran productos lácteos cumplan con diferentes disposiciones sanitarias contempladas en las Normas Oficiales Mexicanas NOM-251-SSA1-2009, Prácticas de higiene para el proceso de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios, así como la NOM-243-SSA1-2010. Productos y servicios. Leche, fórmula láctea, producto lácteo combinado y derivados lácteos.
La Coespris realiza verificaciones sanitarias a las diferentes empresas que se encuentran en la entidad, con la finalidad de constatar las condiciones sanitarias de funcionamiento, cómo están procesando sus productos, qué controles de calidad tienen, incluso las condiciones de almacenamiento, conservación y transporte de los mismos durante su distribución y venta, incluyendo tiendas de autoservicio o expendios de productos lácteos en general.
Suspensiones por malas prácticas
Del 2017 a lo que va del 2018 se han realizado 336 visitas, se han aplicado 24 suspensiones de actividades y servicios ya que al detectar las anomalías se suspende y no se levanta la medida hasta que las hayan subsanado.
Otra parte de la vigilancia es el muestreo del producto para detectar las anomalías con el alimento, se realizaron 229 muestreos de queso logrando asegurar 4 mil 600 kilos de queso por ser un riesgo para la salud.
Dejó en claro que no se han registrado situaciones delicadas, pues las empresas se empiezan a corregir a través de un procedimiento administrativo que les brinda plazos para subsanar las anomalías.
Es importante señalar que se debe garantizar la inocuidad de los productos lácteos que se producen y expenden, para evitar enfermedades en los consumidores ya sean de tipo zoonóticas como la Brucella, la cual es una contaminación de origen, así como enfermedades gastrointestinales causadas por diferentes bacterias como Salmonella, Staphylococcus aureus, Listeria monocytógenes, E. coli, entre otras, por lo cual es necesario aplicar las Buenas Prácticas de Higiene durante todo su proceso de elaboración.
Exhortó a la población a verificar los productos que está adquiriendo. Al comprar quesos, revisar que estén refrigerados, envasados, etiquetados, que ostenten la leyenda “elaborado con leche pasteurizada”, revisar la fecha de caducidad, así mismo, cuidar el manejo de los mismos, evitando exponerlos a directamente al sol o evitar dejarlos a temperatura ambiente por mucho tiempo, mantenerlos protegidos de fauna nociva, como moscas, ratones, etc. Evitar comprar estos productos en la vía pública.
En cuanto a la pasteurización de la leche mencionó que la calidad de la materia prima es esencial y tomar los lineamientos para la calidad ya que se puede llegar a tener una contaminación de origen.
Se verifica que se realice la pasteurización, en la mayoría de las empresas se hace pasteurización lenta y rápida. La primera es calentar la leche a 63 grados por 30 minutos y la rápida consiste en calentar a 72 grados por 15 segundos, que es un choque térmico con la finalidad de garantizar la inocuidad.