El comisionado estatal de Seguridad, Óscar Alberto Aparicio, renunció a su cargo como titular de seguridad en el estado de Chihuahua, en medio de 9 mil 224 ejecuciones que se han registrado durante su gestión, así como la detención de por lo menos cinco principales objetivos criminales que operaban en la entidad, o considerados generadores de violencia.
El día de ayer se confirmó la petición de renuncia del titular de la CES, quien argumentó que fue por motivos personales que dejaba el cargo, para integrarse de nuevo a las filas de la Guardia Nacional, donde mantiene su licencia como comandante de Operaciones Especiales en lo que antes se conocía como Policía Federal.
El secretario de Seguridad, Emilio García Ruiz, designó como nuevo titular de la Comisión Estatal a Álvaro Serrano, quien a partir del martes 5 de mayo funge como el nuevo comisionado y a partir del 15 obtendrá el nombramiento oficial toda vez que será el plazo en el que se dará la baja de Óscar Aparicio.
En el mes de noviembre de 2016, el gobernador Javier Corral Jurado tomó protesta al entonces comandante de la Policía Federal, Óscar Aparicio, quien es originario del estado de Chiapas, a fin de que cumpliera con las estrategias de lo que antes se conocía como Policía Estatal Única y que para el 2017 cambió su nombre a Comisión Estatal de Seguridad.
Desde su nombramiento, el comisionado estatal de Seguridad destacó por su declaraciones en las que aseguraría que iría por los “enemigos de la paz”, así como que combatiría a los bandas criminales que operan en el estado, sin importar de qué agrupación o cártel representaría, toda vez que la instrucción era preservar la paz a como diera lugar.
Durante la gestión de Óscar Alberto Aparicio se cometieron una serie de acusaciones y escándalos en su contra, toda vez que en los años 2017, 2018 y 2019 surgieron videos, mantas y otros mensajes más que lo acusaban de apoyar a un grupo criminal en el estado, lo que siempre desmintió y aseguraba que era muestra del golpe a las estructuras criminales.
También durante su gestión se contabilizaron por lo menos 200 ataques, enfrentamientos y atentados en contra a los elementos estatales, donde murieron cerca de 120 agentes quienes en cumplimiento de su deber fueron abatidos por delincuentes que incluso llegaron a atacar la seguridad personal del gobernador, Javier Corral Jurado, el mes de febrero de 2020.
Sólo el día de ayer que se dio a conocer su renuncia, un agente fue atacado a balazos en Ciudad Juárez, el elemento logró repeler la agresión, pero la lista de oficiales permanece en la administración del ahora excomisionado que regresará a sus labores de seguridad en el estado de Chiapas.
Pese a los señalamientos y otros escándalos que surgieron al interior de la CES, también se lograron alcanzar algunas metas en combate a la delincuencia en el estado, principalmente aseguramientos de miles de cartuchos útiles, drogas como marihuana, cocaína y metanfetamina, así como desarticulaciones de bandas criminales, principalmente en algunas comunidades de la zona serrana.
El último titular de seguridad en el estado fue el Pablo Ernesto Rocha Acosta, quien fue nombrado por el exgobernador, César Duarte Jáquez, como director de la Policía Estatal Única, que dentro del periodo de 2014 al 2016, además de una serie de escándalos, acumuló un total de 3 mil 913 homicidios dolosos en el estado de Chihuahua.
Al igual que Óscar Aparicio, ambos fueron señalados de actividades ilícitas y prácticas de corrupción, sin embargo, ninguno de los dos fueron procesados o recibieron alguna investigación por presuntas participaciones en bandas criminales y otros señalamientos que tuvieron durante su gestión.
Logró obtener cinco objetivos principales en el estado de Chihuahua
Si bien es cierto que el comisionado estatal de Seguridad nunca encabezó un operativo contra alguna banda criminal, sí giró instrucciones para ir por algunos líderes criminales que operan en el estado y participaron en otras intervenciones en colaboración con elementos de la Seido y Policía Federal.
A un mes de que tomara protesta como comisionado, Óscar Aparicio logró la captura de Roberto G. M. “el Mudo” o “el 32” quien era considerado un líder criminal que radicaba en Madera, quien al momento de la detención ofreció dos millones de pesos a los agentes, quienes negaron el apoyo y meses después sufrieron un enfrentamiento armado en la comandancia de Madera.
El 20 de marzo de 2017 se registró uno de los enfrentamientos más fuertes en el estado, a casi un año de haber tomado protesta la administración del gobernador Javier Corral, los delincuentes fueron identificados como “el 80” y “el Cabo”, que dejó 8 muertos, cuatro lesionados y más de 14 vehículos abandonados.
En ese enfrentamiento el entonces comisionado Aparicio, al lado del fiscal general, César Augusto Peniche, acudieron a la zona de los hechos para recorrer el fuerte enfrentamiento donde anunciaron la muerte de Raúl Gamboa “el Cabo”, quien era un líder criminal de la zona de Cuauhtémoc.
Para el año 2017, Óscar Aparicio anunció la detención de uno de los generadores de violencia en el estado, conocido como René Gerardo S. G., a quien apodan “el 300” porque a su mando tenía una plantilla superior a los 300 pistoleros que radican en Juárez y que pertenecían a la pandilla de “Los Aztecas”.
A finales de 2017, se concretó la detención de Julio E. M. “el Tigre”, quien controlaba el denominado cártel del Tigre, uno de los principales líderes criminales que era considerado el principal generador de violencia en Chihuahua y que había participado en el enfrentamiento del 20 de marzo donde murieron ocho personas.
Las detenciones se realizaron por instrucción de Óscar Aparicio, quien luego de obtener la información correspondiente, lograron realizar el operativo especial para realizar su detención, ya que todo fue coordinado de forma organizada a tal grado que no fue necesario algún intercambio de balas.
Te puede interesar: