El Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas (PAJA), de la Secretaría de Bienestar, se declaró formalmente extinto con lo que entre 30 y 80 mil jornaleros que arriban al estado anualmente dejarán de obtener recueros para alimentación, salud y educación por parte del gobierno federal.
Para la secretaria del Trabajo, Ana Herrera Laso, es cierto que no había claridad en el uso de los recursos que venían de la Federación, sin embargo, eso no quiere decir que no sea necesario un programa de apoyo.
Externó que ante el recorte de este programa existe una recomendación de la CNDH que habla de la necesidad de ese diagnóstico de la operatividad y necesidad del programa.
Dio a conocer que en un panel sostenido en semanas pasadas la representante de la delegación del Bienestar, Teresita de Jesús Ruiz Anchondo, refirió que llegaría un apoyo para los albergues de jornaleros agrícolas al estado, de manera supletoria el cual no ha ocurrido.
Dentro de los objetivos del programa desaparecido está la ayuda a mejorar las condiciones de vida de la población jornalera agrícola y de los integrantes de sus hogares con acciones que les permiten tener mejor alimentación, salud y educación.
En todo el país, y particularmente en Chihuahua la población jornalera es en su mayoría habitantes de etnias indígenas y población de las comunidades más rezagadas, donde es imposible conseguir empleo.
Registros periodísticos indican que este programa fue creado hace casi 30 años, y estaba dirigido a mejorar las condiciones de vida de los jornaleros.
El apoyo del PAJA se entregaba a la o el representante de las niñas y niños menos de 18 años de edad y que están inscrito en una institución oficial de educación preescolar, primaria, secundaria o equivalente de Unidades de Trabajo localizadas en Regiones de Atención Jornalera de Destino, así como cubrir la asistencia regular al aula (máximo 3 faltas injustificadas al mes).
La entrega de los estímulos económicos era de manera directa en las Unidades de Trabajo o a través de medios electrónicos. Los montos mensuales de los estímulos económicos se otorgan de acuerdo al nivel escolar que cursa la niña o niño e iban de 400 a 600 pesos al mes.
Existía también el Apoyo Económico al Arribo, que eran montos económicos a la población jornalera que notifique su condición de migrante.
Se otorgaba un apoyo económico de MXN 1,150 (USD 60), por hogar en un máximo de tres ocasiones por ejercicio fiscal, en las Unidades de Trabajo Destino, a la jefa o jefe del hogar jornalero que notifique de su arribo en las sedes de atención del programa.
El programa incluía “apoyos especiales para contingencias”, fundamentalmente eran fondos para las jornaleras y jornaleros agrícolas migrantes y a las y los integrantes de su hogar que sufran alguna contingencia individual o colectiva.
Que incluían: Transportación de regreso a su lugar de origen, pago de servicios médicos y sanitarios y gastos funerarios.
Existían también apoyos alimenticios a las niñas y niños: cuyos lineamientos eran los siguientes: a las niñas y niños de menos de 14 años de edad, así como mujeres gestantes y lactantes, se les puede otorgar hasta dos alimentos diarios, preparados con base en una dieta validada por una autoridad competente en contenidos nutricionales y costo de la dieta, por un monto máximo de MXN 15.07 (USD 0.8) por ración alimenticia por niña o niño. La instancia ejecutora del proyecto recibe el monto correspondiente para otorgar apoyos alimenticios a las niñas y los niños, entre otros.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), registró el año pasado 2 millones 990 mil 049 jornaleros, de los cuales 10% eran mujeres, sin embargo, esta cifra no contempla a los hijos de los mismos, por lo que se cree que la cifra pudiera triplicarse.
Chihuahua está entre las entidades que más reciben jornaleros, junto con Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur, Coahuila y Nuevo León.
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