Debido a que reciben menos dinero por cada quintal que exportan, los productores de algodón de este distrito están siendo afectados por el tipo de cambio peso-dólar; además, este año se espera haya un menor rendimiento por hectárea a causa del clima extremoso que se presentó en meses pasados.
Octavio Flores Licón, secretario del Comité Estatal de Sanidad Vegetal y agricultor, comentó que en comparación con hace dos años, cuando el dólar cotizaba a más de 20 pesos por unidad, los productores están recibiendo 20 dólares menos por quintal, señalando que éste se cotiza actualmente en 80 u 81 dólares en el mercado internacional.
Refirió que este año el tipo de cambio anda alrededor de los 17.40 pesos por dólar, mientras que el año pasado superaba los 18 pesos y el antepasado se acercó a los 21 pesos, por lo que se ha reducido la ganancia de los algodoneros.
Comentó que la cosecha de la fibra apenas comenzó en esta zona del estado, por lo que aún están pendientes el traslado al despepitador, la clasificación y la comercialización. Algunos agricultores tienen asegurada la venta de una parte de su algodón, pero se espera que a los demás les sea redituable.
Señaló que este año se espera un rendimiento menor en la cosecha debido a diferentes factores: exceso de calor, ausencia de lluvias y, en el caso de la región noroeste del estado, la falta de energía para poner en funcionamiento los pozos.
“Todo eso va a rendir mucho menos en la producción de algodón; ahorita en el estado vamos a hablar de que hay cerca de 100 mil hectáreas, menos que el año pasado, y aquí en la región vamos a hablar, en la región centro sur, unas 600 hectáreas”, estimó Flores Licón.
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El secretario del Comité Estatal de Sanidad Vegetal observó que el próximo año habrá poca agua para regar los cultivos, pero aun así consideró que esto representa una buena oportunidad para que los agricultores opten por el algodón, el cual tiene menos requerimiento hídrico.
Aparte, los costos de producción se han reducido en comparación con otros años, en parte gracias a que la región está prácticamente libre de plagas como el picudo del algodón y el gusano rosado, por lo que hubo productores que no hicieron más de una aplicación de pesticida en sus campos.
También, refirió que otros cultivos como el maíz forrajero no tuvieron precios rentables, por lo que algunos agricultores podrían voltear a ver al algodón.