Más de 80 máquinas y otros objetos propiedad de los inversionistas foráneos del casino Marrakech fueron sacadas del establecimiento en la noche de este pasado miércoles por aproximadamente una veintena de agentes de la Procuraduría General de la República, provenientes de la Ciudad de México, hasta donde les hicieron llegar denuncias sobre las irregularidades con las que presuntamente operaba en este municipio, por lo que mediante una orden girada por un juez de Chihuahua catearon el establecimiento cerca de las nueve de la noche, cuando se encontraban jugando aproximadamente veinte personas, mientras que cinco empleados atendían el lugar, quienes junto con otros veinte trabajadores se quedaron sin el sustento económico para sus familias al cerrar dicha fuente de trabajo.
Tanto los empleados como los clientes fueron sorprendidos cerca de las nueve de la noche de este pasado jueves en el citado casino por los agentes federales a cargo de una mujer oficial, quienes llegaron en cuatro autos particulares y en una camioneta de Periciales federal a las inmediaciones del establecimiento que ocupa los locales 6 y 7 del centro comercial Villas Camargo.
Desde ese momento y hasta después de una hora, algunos clientes comenzaron a salir porque se les terminó el saldo de su tarjeta, ya que eso fue lo que les pidieron los oficiales, de no dejar ni un peso ya que no se les pagaría en caja porque estaba siendo confiscado el casino.
Al principio, algunas de las personas sí se mostraron inconformes porque aseguraron que no les permitían salir, pero otras aseguraron que fue por el motivo arriba mencionado, tras asegurar que en todo momento los oficiales se portaron amables.
Mencionaron que sólo se asustaron cuando uno de los oficiales abrió a patadas la puerta del control de máquinas porque pidieron la llave a los empleados y al no tenerla tuvieron que hacer dicha acción.
Extraoficialmente uno de los agentes dio a conocer a este medio que se trataba del cierre definitivo del casino debido a que les solicitaron la documentación y no estaba en regla, asegurando que ellos acudieron desde la Ciudad de México ya que allá en la PGR se recibieron las denuncias de las presuntas irregularidades.
“Un juez de Chihuahua fue el que otorgó la orden de cateo”, destacó el oficial, quien al mismo tiempo solicitó su derecho al anonimato debido a que dijo que no era la persona indicada para ofrecer datos.
Por otro lado, también informó que antes de cerrar el casino estaban a la espera de los encargados para que fueran ellos los que les presentaran la documentación que les hacía falta y así determinar su estancia legal en este municipio para operar como casino.
“Pero no hay ningún encargado y sólo están los empleados, quiere decir que no les interesa que se cierre el casino”, citó el agente, quien acto seguido ingresó al establecimiento para continuar la labor que se estaba llevando a cabo, como el arqueo de caja, la contabilidad de las máquinas y de otros aparatos con los que contaba el local, que el 20 de este mes cumpliría cuatro años de operar en esta ciudad.
Es importante destacar que de los cinco empleados que estaban en el momento del cateo, sólo al final quedaron tres ya que los oficiales requerían de su presencia para que sirvieran de testigo de lo que ellos se estaban llevando en un tráiler que ocupó una gran parte del estacionamiento, el cual llegó a las once de la noche con cinco minutos.
Por su parte, algunos clientes a esa hora aún se encontraban en las afueras del casino viendo el proceso que los oficiales seguían, quienes incluso realizaron mediciones del lugar y tomaron varias fotografías, para finalmente comenzar a sacar del local las más de ochenta máquinas de juego de azar que por casi cuatro años otorgó distracción a personas mayores de 18 hasta de 90 años.
Cabe mencionar que poco después de las once de la noche acudió el regidor del Partido del Trabajo, Carlos Herrera, debido a que se enteró a través del Facebook que algunas personas estaban incitando a no permitir el cierre; por lo que ante el temor de un enfrentamiento hizo acto de presencia en el estacionamiento y solicitó la presencia de una unidad policiaca para que estuvieran al pendiente para resguardar el orden.
“Yo soy trabajador del pueblo al haberme permitido llegar al Ayuntamiento, con gusto estoy aquí siendo testigo de lo que está pasando y expresando que en estos casos es importante que esté un representante de gobierno municipal”, concluyó.