Ramiro Baeza Jiménez, coordinador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) en Delicias informó que se realizaron estudios para obtener biodiesel de la semilla de algodón y diferentes compuestos de la cáscara de nuez, con lo cual se busca dar un valor agregado a los desechos de los productos del campo.
El doctor Ramiro Baeza expuso que actualmente, para la agroindustria quizás no sean aprovechables ciertos residuos generados durante sus procesos, pero con las investigaciones realizadas en el CIAD, se ha encontrado que son fuentes importantes de compuestos útiles para la elaboración de un producto nuevo o aplicables como bactericidas y recubrimientos.
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Destacó que de las semillas de algodón se realizaron investigaciones en dos vías. De la primera, se extrajo aceite para producir biodiesel utilizando un catalizador preparado en los laboratorios del centro.
Una opción viable para este combustible, señaló el investigador, podrían ser los vehículos pesados como los tractores, pues el biodiesel tiene características diferentes al diésel convencional, principalmente en la cuestión de la acidez.
Igualmente, mencionó que sería necesario realizar un estudio económico para saber si la producción de biodiesel es rentable, cuyas emisiones son menos contaminantes que las producidas por los combustibles derivados del petróleo.
También se está utilizando la semilla de algodón para generar un extracto diferente que puede emplearse como bactericida, el cual se ha aplicado para la limpieza de superficies con resultados interesantes, porque sí logra inhibir microorganismos patógenos.
Asimismo, comentó que también se han realizado estudios con la cáscara de nuez, de la cual se ha logrado recuperar unos compuestos químicos conocidos como fenólicos. Éstos tienen una función antioxidante que puede servir para preservar los alimentos o para adicionarlos a alguna bebida, para de esta manera dar una función o beneficio al organismo.
El coordinador del CIAD aclaró que aún no se ha desarrollado ningún producto comercial, pues todo se ha quedado a nivel investigación y de evaluaciones en laboratorio para comprobar la eficacia de los compuestos.
Baeza señaló que para llegar a la etapa de registro de patentes y comercialización sería necesario continuar con la experimentación para tener la completa certeza de la eficacia de los productos, y posteriormente revisar todos los requisitos de instituciones oficiales para escalar a otro plano.