Debido a los robos constantes a sus negocios y viviendas, propietarios de restaurantes ubicados en la zona de la presa Francisco I. Madero exigieron una mayor vigilancia por parte de las corporaciones de seguridad.
Raúl Álvarez, dueño de un restaurante y de una paletería, comentó que desde hace dos años han ocurrido robos en casi todos los merenderos (restaurantes con venta de platillos de pescado y mariscos), mencionando que en su caso fueron dos veces las que entraron los ladrones a sus propiedades.
Mencionó también que en otro negocio, dedicado a la venta de cerveza y abarrotes, los delincuentes se robaron hasta las cámaras de vigilancia, mientras que en un restaurante dañaron la reja de una ventana cuando intentaban introducirse.
“Y parece ser que es el mismo modus operandi, es igual. Sale caro, porque destrozan las rejas de las ventanas, de las puertas, y hay que mandarlas arreglar. Y no tanto lo que se llevan de adentro, del local, sino que hay que meterle más para arreglar ventanas, los vidrios que destrozan”, se quejó el entrevistado.
Sin embargo, el colmo fue cuando el año pasado hurtaron todo el cableado de la cortina de la presa. Se detuvo a un individuo, que fue sorprendido por la policía con el cobre en las manos, pero a los pocos días fue dejado en libertad por el juez, lo que indignó a los comerciantes.
Ahora, la presa luce a oscuras durante las noches, pues antes del robo del cableado su cortina lucía iluminada de color púrpura.
Don Raúl consideró que la Guardia Nacional debería hacer más rondines en la zona de la presa, para que haya un poco más de seguridad no sólo para los comerciantes, sino también para las personas que llegan a pasearse, pues el turismo ha decaído en los últimos dos años.
Afirmó que en esta Semana Santa sólo vino el veinte por ciento de los visitantes que solían llegar en años pasados, lo cual se debe mucho a la inseguridad, algo que no se había visto antes en la zona.