Carlos Castilla Garza, jefe del Distrito 013 de Desarrollo Rural, comentó que se tiene la expectativa de un invierno crudo y más húmedo, lo que representaría un beneficio para los cultivos como el nogal, que requiere de hasta 500 horas frío, y la ganadería, necesitada de pastos verdes para la próxima primavera.
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Señaló que las temperaturas bajas llegaron a tiempo a esta zona, sin retrasos, lo cual es benéfico, porque el frío ayuda a controlar las plagas y enfermedades, por lo que siempre serán bienvenidas las heladas como las que se registraron el miércoles y jueves, cuando el termómetro marcó entre cero y 1 grado centígrados.
De hecho, esta semana comenzó el acumulamiento de las horas frío en la región, situación favorecida por el paso de la primera tormenta invernal de la temporada.
El entrevistado mencionó que se espera un invierno más severo este año, en el que, además de las temperaturas bajas, podrían presentarse lluvias y nevadas por la presencia del fenómeno de El Niño en el Océano Pacífico.
Ahora que es tan necesaria el agua en la región, señaló, los escurrimientos provenientes de las cuencas altas de los ríos serían bastante benéficos para el campo, aunados al frío que es imprescindible en esta temporada del año.
En el caso de los nogaleros, se espera que las temperaturas bajas los ayuden a acumular las 450 o 500 horas frío que necesitan los árboles para producir nuez de calidad.
“Estamos a muy buen tiempo de tener las suficientes horas frío para tener ese control y que nos vayamos preparando, y que ojalá tengamos también la presencia de nevadas y lluvias, como ha estado ocurriendo en algunas regiones, para tener también humedad en invierno, para que tengamos una primavera con suficiente humedad y que se vengan, en el caso de los agostaderos, los pastos”, recalcó Carlos Castilla.
Recordó que la sequía prolongada ha ocasionado el despoblamiento de los hatos ganaderos en los campos, por lo que una primavera con pastos verdes y presones con agua aliviaría la situación del sector pecuario.
