Como un homenaje a los primeros hombres y mujeres que llegaron a estas tierras, este fin de semana se levantó un campamento en el sector Poniente que recrea cómo vivían los primeros habitantes de esta ciudad, donde, entre otras antigüedades, se encuentra una carreta jalada por mulas que hizo el viaje desde Estación Conchos.
En el triángulo que forman las avenidas Arroyo de Bachimba y la 8ª Poniente, se encuentra una tienda de campaña hecha con una lona y palos de madera, en cuyo interior se observan numerosos objetos de cocina como los que utilizaban los primeros colonos que llegaron a Delicias en 1933.
A pocos metros de distancia, se encuentran un carro de madera con ruedas de hierro, conocido como “gobierneño”, similar al que utilizaron los fundadores de esta ciudad para trasladarse desde otros puntos del estado y del país. En un lote contiguo se dejaron descansar las tres mulas blancas que jalan la carreta.
Sergio Ledezma, propietario del carro y las mulas, explicó que montó el campamento para recordar a los hombres y mujeres que vinieron a fundar Delicias en 1933, pues fueron ellos los que trabajaron en pro de las siguientes generaciones.
En lo personal, recordó que sus abuelos, Marcelino Ledezma Ramírez y Felipa Hernández Nájera, llegaron del estado de San Luis Potosí a Sierra Mojada, Coahuila, para después trasladarse al mineral de Los Azules, en los límites de Chihuahua y Durango.
Posteriormente, tras recibir la noticia de la apertura de un nuevo distrito de riego, la pareja decidió viajar a Delicias, donde se quedaron definitivamente. Fue precisamente en el sector Poniente donde la familia Ledezma se estableció en la década de 1930, llegando a convertirse en propietaria de negocios de carnicería y abarrotes.
Y noventa años después de la fundación de Delicias, el nieto de los Ledezma recreó el viaje en carreta tirada por mulas desde Estación Conchos, haciendo entre cinco y seis horas de camino hasta llegar al terreno, ahora baldío, donde sus abuelos tuvieron su casa y donde recreó el campamento de los pioneros.
“Las historias vienen de generación en generación y parte de mi obligación, y de mi propósito, es pasar la información, rescate de cultura, rescate de historia a las futuras generaciones y en este caso la preocupación es con los hijos”, reflexionó el entrevistado.