DELICIAS.- En un 500 por ciento se incrementaron las consultas a mujeres, adolescentes y niños con trastorno de ansiedad durante los primeros cinco meses del año en el Instituto Municipal de las Mujeres, cuya directora, María de Lourdes Contreras Colomo, atribuyó lo anterior a los problemas familiares derivados de la pandemia.
De once casos atendidos el mes de enero se pasó a 58 en mayo de este año, incremento que ha ocurrido de manera paulatina. Los trastornos más comunes con los cuales acuden los pacientes son ansiedad generalizada y depresión mayor, esto en niños, adolescentes y personas adultas.
En el caso de los menores de edad, las causas obedecen a los cambios que trajo a sus vidas la pandemia, sobre todo en quienes provienen de familias disfuncionales donde hay violencia, lo cual desencadena bastantes problemas.
“Ha sido mucho esta situación tan difícil que están viviendo no nada más las mujeres, niñas y adultas, sino también los varoncitos en casa”, afirmó la directora del instituto, Lourdes Contreras, quien comentó que ayer precisamente dieron a conocer información relacionada con los síntomas de la ansiedad.
Lo principal en estos casos, dijo, es atenderse con especialistas en psicología, mencionando que en el Instituto Municipal se cuenta con una profesional que da consultas a niños, niñas y adolescentes.
“Y todo es consecuencia de esta situación atípica que hemos estado viviendo, ya más de un año con esta situación de la pandemia y que ha habido todo este encierro, que ha habido todo este miedo por tantas cosas que nos dicen”, enfatizó Contreras.
Los niños, explicó, son bastante afectados porque se les impide salir a gastar toda su energía, lo que normalmente hacían en la escuela cuando todavía existían las clases presenciales, como también los adultos desempleados o subempleados, o que deben jugar el rol de maestros al ayudar a sus hijos con los deberes escolares, pues no están capacitados para esta labor.
La ansiedad suele manifestarse a través de síntomas somáticos como sensación de nerviosismo, agitación, tensión, pánico, opresión en el pecho, respiración acelerada, sudoración en las manos, temblores en las extremidades, falta de sueño, preocupación excesiva, entre otros.