DELICIAS.- Abatida en su almacenamiento por la sequía y la extracción desmedida de agua para el pago del tratado de aguas de 1944, este martes 25 de mayo la presa Francisco I. Madero, conocida localmente como “Las Vírgenes”, cumplirá 72 años de su inauguración por el entonces presidente de la república Miguel Alemán Valdez.
Considerada como una de las obras arquitectónicas más bellas y mejor construidas del país, la presa Madero llegó a su aniversario número 72 con los niveles de almacenamiento más bajos del último cuarto de siglo, situación propiciada por la escasez de lluvias en la cuenca del río San Pedro y por el desfogue de 140 millones de metros cúbicos que ordenó el gobierno federal el año pasado.
Salvador Alcántar Ortega, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego del Estado de Chihuahua (Aurech), señaló que “Las Vírgenes” junto con la presa La Boquilla da vida a esta región por medio de la irrigación de los campos agrícolas, pues “el agua es vida”.
Pero en este ciclo la presa enclavada en el municipio de Rosales ha permanecido cerrada a la extracción, debido a su bajo almacenamiento que es apenas de 61.124 millones de metros cúbicos, lo cual representa el 17.2 por ciento de su capacidad total, que es de 355 millones de metros cúbicos.
Alcántar Ortega recordó que algo como lo anterior no se había visto desde 1995, año en que por la sequía los embalses del Distrito de Riego 005 no pudieron abrirse.
Explicó que “Las Vírgenes” se abate rápido por ser una presa más pequeña que La Boquilla, mencionando que, en condiciones normales, las dos se complementan para poder reunir el volumen suficiente con el cual cumplir el plan de riegos.
Salvador Alcántar señaló que, al igual que otras fuentes de almacenamiento, la presa Francisco I. Madero se encuentra azolvada. Refirió que lo anterior consta en estudios practicados hace casi veinte años, mencionando que en breve realizarán unos nuevos con el fin de conocer cuál es la realidad.
El problema se agrava cuando los niveles de almacenamiento del embalse están bajos, como ocurre en estos momentos, pues el agua misma sirve como elemento de contención para que los sedimentos no sean arrastrados al vaso.
“Lo que sí le digo es que cada vez que las presas se abaten, como están ahorita, cuando las primeras lluvias arrastran todos sedimentos y los depositan prácticamente en las compuertas, y es donde va incrementándose el nivel de azolve”, advirtió el presidente de la Aurech.
La presa Francisco I. Madero comenzó a ser construida en el año de 1941, obra que estuvo a cargo del ingeniero Enrique Rubio Castañeda. La inauguración le llevó a cabo el entonces presidente de la república Miguel Alemán Valdez, quien develó la placa para conmemorar ese hecho.
Desde entonces ha derramado excedentes varias veces, lo que representa para los habitantes de la región un espectáculo natural, ocurriendo por última vez en agosto de 2017.
Te puede interesar: