Delicias.- Este domingo se cumplieron 61 años de la plantación de los árboles que todavía brindan su sombra en las plazuelas de la Avenida Agricultura, vialidad que forma parte del trazo original de esta ciudad y que forma un óvalo alrededor de la zona centro.
Rosendo Navarro Armendáriz, presidente de la fundación Emiliano J. Laing, recordó que en marzo de 1960 él era subteniente instructor de los conscriptos del Servicio Militar Nacional, cuando recibió la orden de apoyar en las tareas de reforestación de la avenida.
El entonces presidente municipal Carlos Muñoz Leyva, quien estuvo al frente de la administración 1959- 1962, solicitó la ayuda del Ejército para plantar los árboles que ahora, más de medio siglo después, reverdecen el anillo de la avenida Agricultura en esta primavera.
La mañana del primer domingo de marzo de 1960, un grupo de 200 jóvenes conscriptos y algunos presos, que se encontraban detenidos en la penitenciaría por faltas menores, tomaron picos, palas y azadones para abrir las fosas en los solares de la avenida, para posteriormente colocar los truenos y fresnos.
Don Rosendo, quien es el último de los oficiales militares que sobreviven de aquella época, pues actualmente frisa los 83 años de edad, mencionó que fue necesario acudir un segundo domingo para poder completar la reforestación, de la cual expresó sentirse satisfecho de haber participado.
“Me siento muy satisfecho. Siempre he sido una persona un tanto disciplinada y siempre buscando la forma de hacer algo positivo, aunque ahí era una orden… las órdenes de los militares no se discuten, se ejecutan, pues nos ordenaron hacer eso”, rememoró.
Ahora cada vez que camina por el cruce de las avenidas Agricultura y del Parque Sur, no puede evitar sentir nostalgia e ir a descansar un momento a la sombra de un frondoso fresno, que él mismo plantó.
“Yo lo puse, fue el último que pusimos porque ahí comimos el domingo segundo de marzo. Y mientras calentaban ahí los burritos, café y todo, yo hice la fosa grande y dije: éste lo voy a plantar yo. Y lo planté y ahora paso por ahí y me quedo viéndolo”, dijo con cierta melancolía.