Las “chelas” y la carnita asada fue lo típico en los festejos del Día del Albañil ayer, para los afortunados de tener patrones generosos, porque no todos contaron con esta suerte, sin embargo todos y cada uno de ellos festejaron a su manera y mínimo recibieron el reconocimiento de sus familias y desde luego de la sociedad por la labor que desempeñan amparados en la Santa Cruz como su figura patronal religiosa.
Después de la rutina del día, esta vez hasta la una o dos de la tarde solamente, los “maistros”, “chalanes” y demás colaboradores, hasta aprendices, se dispusieron a refrescarse con algunas espumosas, y al lado pues, una tradicional carne asada norteña, o bien la típica discada de bistec o de pescados fritos. Fue el día de la Santa Cruz, patrona de los que se dedican al oficio de los vaciados, la mezcla, las cimbras y los revueltos.
Yeseros, electricistas, y hasta los especialistas en acabados, se unieron en el festín, desde luego quienes contaron con los patrocinios correspondientes del propietario de la obra o del jefe contratista. Las anécdotas y pláticas sin censuras, no se hicieron esperar mientras disfrutaban del momento, para luego más tarde regresar a casa y algunos seguir la celebración, otros más, descansar simplemente para el trabajo del día siguiente, porque hasta el sábado es la paga y el fin de semana para hacer las compras del sustento a la familia a su hogar.