“Es un gran paso el ser declarados oficialmente como zona libre del picudo del algodonero y del gusano rosado”, opinó el titular de Sanidad Vegetal, Octavio Flores Licón. Lo anterior después de que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) declaró como zona libre al estado de Chihuahua en su totalidad del picudo del algodonero y del gusano rosado.
El pasado 28 de febrero autoridades sanitarias, tanto mexicanas como de Estados Unidos, y productores se dieron cita en la capital del estado en un acto protocolario donde la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) declara como zona libre al estado de Chihuahua en su totalidad del picudo del algodonero, además del gusano rosado.
El titular de Sanidad Vegetal mencionó que desde los orígenes del Distrito de Riego 05, el cultivo del algodonero ha sido uno de los cultivos que han resaltado el esfuerzo de nuestros productores, por su carácter de cultivo social, debido al gran número de jornales que demanda, desde su siembra hasta la cosecha.
“Nuestra región por su ubicación, al tener la cercanía de los ríos San Pedro y Conchos, cuenta con un clima propicio para que prosperen diferentes plagas que atacan este cultivo”, explicó.
El picudo del algodonero fue la principal plaga que dañaba este cultivo, se tienen registros de 22 a 24 aplicaciones de insecticida por hectárea y aun así había pérdidas ocasionadas por el daño del picudo, en promedio fueron del 30%, además el costo de control de esta plaga representaba el 30% del costo de producción del cultivo en general.
Dijo que el alto costo de control, aunado a la irregularidad de los precios de la fibra, desalentaron a los productores para continuar con la siembra de este cultivo.
Por todo esto en 2002, a instancias de la dirección general y en coordinación con el Departamento de Agricultura del Estados Unidos (USDA), a través del comité estatal y las juntas locales de Sanidad Vegetal, se inició el programa binacional de erradicación de gusano rosado y picudo del algodonero, para ello fue fundamental la aportación económica de la Federación, Estado y productores.
En el momento más agresivo del control químico, se realizaron 18 aplicaciones por hectárea disminuyendo en 4 aplicaciones el manejo tradicional de esta plaga, los costos del programa en los primeros años fueron menores que lo que implicaba que el productor hiciera los trabajos por él mismo.
El 20 de diciembre de 2018, finalmente se logra el objetivo y se reconoce a nuestra región como libre de picudo del algodonero, para ello fue necesario demostrar durante tres años continuos la ausencia de capturas de esta plaga. Oficialmente el reconocimiento como zona libre del picudo y gusano rosado fue otorgado la semana pasada durante un evento protocolario.
Con ello se recuperó la producción que se perdía por daño de esta plaga y el costo que implicaba su control significó un ahorro de dinero para el productor.
Un beneficio invaluable es que al dejar de usar insecticidas para el control de esta plaga, se dejó de contaminar el ambiente, este hecho representa un gran valor para la salud de la población.