Con 12 hijos, 42 nietos, 34 bisnietos y una tataranieta, el señor Juan Valdivia Álvarez es un ejemplo de lucha y constante triunfo en el diario vivir, ya que a sus aproximadamente 85 años de edad aún vende elotes en la plaza Benito Juárez, del centro de la ciudad, donde ha permanecido por más de 50 años.
Originario de Mexquitic, del estado de Jalisco, llegó a este municipio siendo aún muy joven, por lo que en sus inicios de trabajo se desempeñó como jornalero agrícola, y en alguna ocasión prestó su mano de obra en Estados Unidos.
Una vez establecido en esta ciudad y ya casado con la señora Romana González, matrimonio que lleva 57 años aproximadamente, aprendió el oficio de hacer ladrillos, en el cual todos sus hijos le ayudaban, alternándose con la venta de elotes en la plaza Juárez, aprovechando la temporada del mismo.
Posterior a ello su hijo Antonio estando en Chihuahua le consiguió el elote en el Mercado de Abasto y sus hijos más chicos, entre ellos Ramón, quien es el actual presidente del Comité Municipal del PRI, acudían por ellos y en costales los trasladaban a esta ciudad en los camiones de Rápidos Delicias, según recuerda Ramón Valdivia.
Desde ese entonces el señor Valdivia Álvarez, diario, de lunes a domingo, inicia su jornada desde las cuatro de la tarde y concluye poco antes de las nueve de la noche, para llegar satisfecho a su domicilio, en la calle Fernando Montes de Oca 411 en la colonia Lagunita; su hijo Ramón vive con ellos, aunque toda la familia siempre está pendiente de su padre y de su madre.
Es importante mencionar que en la actualidad, gracias al apoyo de sus hijos e hijas, ya todos realizados en diferentes oficios y profesiones, cuenta con un moderno carrito que engancha a un vehículo para acudir a su venta diaria, sin embargo, antes tenía uno con llantas de fierro de una carreta, las que forraba con hule de bicicleta y sus hijos le ayudaban a empujarlo desde la calle Lerdo de Tejada, cruzando las vías (donde vivían antes) para llegar puntual a la plaza.
Gracias a tan noble y honrado oficio, él continúa viviendo en plenitud, con la satisfacción de haber sacado a sus hijos e hijas adelante y ahora dicha venta lo hace por gusto y para mantenerse activo.