Debido a las prácticas inadecuadas en la agricultura y la ganadería, la región centro sur del estado se encuentra en un proceso de desertificación desde hace más de cincuenta años, cuyas evidencias son una menor retención de humedad en los suelos y los cambios en la vegetación natural.
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David Hernández, químico egresado de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) y estudioso de la regeneración de los suelos comentó que desde hace cincuenta años, la desertificación ha tenido un avance notable en esta zona, pues hace medio siglo no había tanto matorral y sí existían más pastizales.
Explicó que por la desertificación el matorral empieza a invadir al pastizal, el cual no regresará a menos que se dé un manejo apropiado por medio de procesos regenerativos.
Sin embargo, afirmó que la desertificación es un proceso fácilmente reversible, para lo cual existen tres estrategias:
- El buen manejo agrícola.
- Implementación de programas de reforestación.
- La aplicación de materia orgánica en los suelos.
Expuso que el suelo debe tener siempre cobertura vegetal para prevenir su degradación, pues señaló que numerosos estudios al respecto lo demuestran. Recomendó el establecimiento de cultivos de cobertura, cero labranza de la tierra y la aplicación de compuestos orgánicos. Resaltó que un aumento del 1% en el carbón orgánico ayuda a que el suelo retenga 190 mil litros de agua por hectárea.
Igualmente, aconsejó la eliminación de plantas invasivas, como el tamaris o pinabete, introducido en los campos de la región para formar cortinas rompe vientos. Paradójicamente, esta especie arbórea provoca salinidad en los suelos y promueve la erosión de los sitios donde crece.
En su lugar, pueden plantarse árboles nativos como el mezquite y el huizache, que están adaptados a las condiciones climáticas de la comarca y que, sobre todo, pueden ayudar a reducir paulatinamente la erosión.
Hernández señaló que en general, todo el estado de Chihuahua enfrenta un problema de desertificación avanzado, que según estudios, ya era grave hace diez años. En los suelos de la entidad, dijo, el porcentaje de materia orgánica es bastante bajo, pero reafirmó que hay diferentes soluciones económicas para frenar la degradación de los suelos.
Lo único que falta, señaló el experto, es la voluntad para aplicar las soluciones mencionadas que permitirían recuperar los suelos.