El gobierno municipal de Meoqui entrará en pláticas con la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) para que por medio de la Facultad de Ciencias Químicas se practiquen estudios que determinen cuál o cuáles fueron las causas de la mortandad de peces en el río San Pedro, el cual recibe descargas contaminantes del municipio de Delicias.
Lo anterior fue dado a conocer por Gabriel Ortega, coordinador de Comunicación Social del municipio, quien refirió que la instrucción del alcalde en funciones José Luis Cisneros Carlos fue buscar expertos en la materia para facilitar y dar con el resultado de una muestra, a fin de detectar cuáles son los químicos presentes en las aguas del humedal y así determinar las acciones a emprender.
Recordó que como municipio, Meoqui tiene un presupuesto limitado y, por lo tanto, es prácticamente imposible emprender la construcción de una planta tratadora de agua que ponga remedio a la contaminación en el río.
Expuso que una infraestructura de esta naturaleza absorbería el 60 por ciento del presupuesto municipal, pero el presidente tiene toda la voluntad política de ayudar y darle un trato inmediato.
Mencionó que la directora de Desarrollo Urbano y Ecología, María del Refugio Silva, puso el problema de la mortandad de peces sobre la mesa y lo marcó como una prioridad, por lo cual en los próximos días se comunicarán con la UACh en la ciudad de Chihuahua para mandar hacer exámenes a través de especialistas pertenecientes a la Facultad de Ciencias Químicas.
Ortega comentó que, de manera paralela, una empresa asentada en Meoqui se solidarizó y ofreció realizar análisis privados en un laboratorio ajeno a la administración municipal, pues lo que se trata es de remediar la situación.
Dijo asimismo que en rueda de prensa el presidente municipal señaló que existe un proyecto para construir la planta tratadora, así como la creación de un frente integrado por la compañía cervecera Heineken y módulos de riego, al cual invitaron a sumarse a municipios de la región.
En un recorrido hecho por este reportero a orillas del río San Pedro, se constató que había algunos peces muertos en la ribera, así como ejemplares vivos de menor tamaño nadando cerca.