Carlos Castilla Garza, jefe del Distrito 013 de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, confirmó que la falta de lluvias ya hizo crisis en la zona ganadera del semidesierto, donde propietarios de ranchos recurren cada vez más al transporte de agua para que sus animales no mueran de sed.
En entrevista para El Heraldo, Castilla Garza expresó que la escasez de precipitaciones pluviales representa una situación preocupante, señalando que las lluvias todavía no se generalizan en la región centro sur.
Mencionó que la sequía ha orillado a los ganaderos a acarrear agua desde otros lugares hasta sus ranchos para evitar que las reses mueran, lo cual -dijo-, es una operación muy costosa. Esto ocurre en los sitios donde no hay pozos y dependen de los presones, los cuales están secos desde hace meses.
Tampoco se dispone de pastos en las tierras de agostadero, o si los hay están secos, por lo que el ganado tampoco se está alimentando bien.
“Ya está haciendo crisis el tener que destetar anticipadamente los becerros para libertar las vacas y poderlas conservar, poderlas hacer vivir y pues sí es ya preocupante”, expuso el funcionario federal.
No obstante, Carlos Castilla fue optimista al observar que si la canícula (periodo más cálido de la temporada) entra con lluvia, los próximos 40 días serán húmedos y ello permitirá que reverdezcan los pastizales y aumenten de nivel las presas del distrito, cuyo volumen almacenado ha disminuido bastante.
Dijo que ya se hicieron revisiones en los campos y se hizo la notificación a Gobierno del Estado, instancia operadora del seguro catastrófico que se paga por gobierno federal a través de la Secretaría de Agricultura para apoyar a los productores.
Por último, señaló que los municipios más afectados son Rosales, Meoqui, Julimes, Saucillo, Camargo y Delicias, donde ya se levantaron los reportes.
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