Delicias.- Desahuciada el mismo día que ingresó al hospital por un traumatismo craneoencefálico, la joven María José Escárcega Rubio se encuentra cerca de salir de la habitación en que se encuentra internada al mostrar una rápida recuperación. Todo fue posible gracias -asegura su madre-, a “un milagro de Dios”.
Otro semblante es el que muestra ahora la señora María Asunción Rubio, mamá de la joven de 25 años. La angustia y desesperación cedieron su lugar al gozo y seguridad, pues el estado de salud de “Majo” evoluciona positivamente y este sábado dejará el Hospital Regional para ser trasladada a otro nosocomio en Parral, su ciudad natal.
La madre de María José aseguró que todo fue debido a un milagro. Toda la gente -comentó-, está sorprendida del progreso que ha tenido su hija: el edema en la cabeza se ha absorbido casi en su totalidad y los doctores le dijeron que está casi lista para dejar el nosocomio. La joven puede comunicarse con sus familiares, aunque habla con dificultad porque su garganta sigue lastimada.
Relató que aquella tarde fatídica de sábado, cuando aconteció el accidente, los médicos no le daban esperanza porque predijeron que no viviría más de 24 horas. Sin embargo, la oportuna intervención del neurólogo Mario Márquez, el apoyo de los delicienses y el trabajo diligente de doctores y enfermeros del hospital, inclinaron la balanza a favor de “Majo”.
La señora María Asunción destacó en particular la labor realizada por personal del Hospital Regional, aclarando que no fue culpa de esta institución el desabasto de medicamentos para brindar el tratamiento a María José, cuyas hermanas consiguieron lo necesario en otras ciudades.
Recordó que “Majo” arribó al nosocomio con lesiones graves en la cabeza, prácticamente muerta. Lograron estabilizarla y le pusieron un catéter directo al corazón, lo que le devolvió la vida.
“Dios y el conocimiento de todo el personal de aquí fue lo que la hizo que salvara su vida… ella estuvo a las puertas de la muerte”, expresó agradecida la madre de María José.
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