La monja que fue retirada de un domicilio de personas de la tercera edad el fin de semana, y antes de Naica, en donde fue puesta en manos de la policía para que se fuera del seccional porque si no la lincharían, también fue denunciada en el 2005 en la ciudad de Torreón, Coahuila, cuando tenía aproximadamente 36 años de edad y presuntamente se robó el hábito que actualmente porta, privó de la libertad a una señora y a un menor de edad en su mismo domicilio; mientras que en el 2017, en Cortázar, Guanajuato, fue acusada de robar infantes, usurpación de funciones y robo a casa-habitación.
“Ya no queremos que la suelte, ahí déjela si no la vamos a linchar” gritó la gente a un policía municipal de Naica el pasado viernes por la noche debido a la presunta agresividad de la religiosa, quien apedreó a varias personas luego de haberles ofrecido sus servicios de sanación con sus manos; lo anterior fue observado a través de un video que las mismas personas publicaron a través de Facebook en el que se ve cuando el agente se lleva a la presunta religiosa, quien a decir de la nota periodística manejada en la región, durmió en la comandancia de dicho poblado y al día siguiente fue llevada a Delicias para que tomara un autobús al estado de Guanajuato, de donde presuntamente es originaria.
Vecinos de dicho poblado aseguraron que Minerva Delgado Herrera, de 49 años de edad, tenía varios días de haber llegado al seccional junto con un hombre, quienes se quedaban en el domicilio de una persona de la tercera edad; sin embargo en la noche del viernes 12, al ver que su comportamiento se tornó agresivo, las mismas personas la pusieron en manos de la policía y un agente se la llevó a la comandancia para que no fuera lastimada.
Sin embargo, en lugar de irse a Guanajuato, vino a la ciudad de Camargo en donde también ofreció los mismos servicios sólo a personas de la tercera edad, por lo que a un par de ellas las inyectó y les puso ventosas en sus rodillas y espalda, provocándoles con esto grandes moretones; los familiares de ambas personas solicitaron la presencia policiaca debido a que la supuesta monja ya no se quería ir de su casa, por lo que una vez retirada del domicilio, el jefe de la Policía Municipal, Luis Alberto Ríos, aseguró que ya se había ido en camión rumbo a Las Varas, pues les aseguró que ella vivía ahí.
No obstante, algunos vecinos del centro de la ciudad aseguraron ayer por la mañana haberla visto deambular por la avenida Centenario, cerca del Seguro Social, por donde también se ubica la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Esta mujer en el 2005 fue acusada en la ciudad de Torreón, Coahuila, de robarse un hábito de una casa-hogar atendida por novicias franciscanas para hacerse pasar por una de ellas e introducirse al domicilio de la familia Pérez Casiayni para presuntamente ayudar a la señora de la casa en su enfermedad y atenderla en lo que necesitara, según refiere el periódico digital “El Siglo de Torreón” en su edición del miércoles 15 de junio del 2005.
Ahí, en dicho domicilio de la calle Uno y Amanecer del fraccionamiento Bosques del Valle, vivió por varios días para presuntamente ganarse la confianza de los habitantes de la casa, e intentar quedarse con algunas pertenencias de la propietaria Alejandrina Casiayni, a quien a decir del periódico señalado la privó de su libertad al igual que al menor de edad (de ese entonces) Roberto Pérez Casiayni, por lo que fue denunciada ante las autoridades policiacas por el señor Rafael Casiayni Díaz, hermano de la afectada.
“Al momento de llegar los elementos de Seguridad Pública, fueron recibidos con maltratos y golpes de la usurpadora, arrojándoles tubos y varillas a las agentes remisoras; hasta que llegaron más policías pudieron someter a la estafadora; la delincuente fue puesta a disposición del agente del Ministerio Público del fuero común por la responsabilidad que le resulte”, refiere la nota periodística del Siglo de Torreón ese miércoles 15 de junio del 2005
Por otro lado, en el 2017 la misma monja Minerva Delgado Herrera fue denunciada y detenida en el municipio de
Cortázar, Guanajuato, el 27 de abril por usurpación, robo de casa habitación y de menores.
En dicho municipio dijo que era servidora franciscana de “Cristo Pobre” y fue ella quien en primera instancia denunció un ataque por un presunto empleado de Fiscalización, pero al mismo tiempo fue denunciada por los delitos arriba señalados; lo anterior según lo reseñado por el periódico digital de Guanajuato: “elreportebajío.com; ahí también se refiere que les declaró que vivió en Chihuahua, y que regresó a Cortázar a finales de febrero del año pasado.