Recomendado como una de las opciones para hacer frente a la actual escasez de agua, el cultivo de la vid tiene en la región de Delicias una larga tradición que data casi desde el principio del Distrito de Riego 005, cuando a finales de la década de 1930 se plantaron en estas tierras los primeros sarmientos que darían origen a una industria vitivinícola que trascendió las fronteras del estado de Chihuahua.
La uva, que aparece plasmada como uno de los elementos del escudo del municipio de Delicias, fue el motor de una de las primeras agroindustrias de esta zona, donde se producían distintas marcas de vinos de mesa y de consagrar, así como de brandy, bebidas etílicas que tenían bastante demanda en el mercado nacional, pues había agencias distribuidoras en Aguascalientes y la Ciudad de México.
Los primeros agricultores que llegaron a esta región, cuando las tierras se abrieron al cultivo gracias a las obras de construcción del distrito de riego, visualizaron lo prometedor que sería la plantación de viñedos, ya que el clima cálido y semiseco, así como el tipo de suelo, hacían de Delicias una zona propicia para el desarrollo de la vid.
Sobre todo, son ventajosas las condiciones de las tierras, ya que en esta región del estado abundan los suelos calichosos, pedregosos y arenosos, los cuales favorecen el crecimiento de las parras más que de otras plantas.
Uno de los pioneros en la plantación de viñas fue el ingeniero Carlos Blake Arias, gerente del Sistema Nacional de Riego 005 y fundador de la ciudad de Delicias en 1933. Según recuerda su hija María Luisa, don Carlos Blake cultivó en una granja de su propiedad distintas variedades de vid, con el objeto de conocer cuáles podían adaptarse al clima extremoso de esta comarca.
Al ingeniero Blake se sumaron sus dos hermanos, Javier y Jorge, quienes establecieron viñedos con plantas importadas de California. Poco después emprendieron la elaboración de vinos de mesa en un local que, refiere el señor Andrés Bunsow, se localizaba en la avenida 1ª Poniente, entre las calles 2ª y 3ª, donde hoy se encuentra una tienda departamental.
En 1942 Carlos Blake fundó la compañía Vinícola Delicias S.A, para lo cual se asoció con los señores César Tinoco, Ignacio Cobo, Antonio Arriaga y Carlos Cheda. Dos enólogos italianos, los ingenieros Bertolucci y Traverso, se encargaron de elaborar los vinos y en 1948 el obispo Antonio Guízar Valencia dio su bendición cuando la empresa inició su producción, destacando la marca Brandy Delicias.
Otra compañía vinícola fue Bodegas de Delicias, fundada el 12 de marzo de 1943. En sus instalaciones se producían las marcas Brandy Dorado y Coñac San Felipe del Real, así como vinos de mesa, tinto y blanco, Moscatel, Oporto Blanco y Dulce, y vinos para consagrar. Estos últimos eran utilizados en todas las iglesias católicas del estado.
Aunque el cultivo de la uva era remunerativo e incluso se celebraba una feria anual en el mes de agosto, eran pocos los que se dedicaban a él. Hacia 1958, de 7 mil 481 agricultores que había en el distrito de riego, solamente 419 poseían viñedos. Y de 63 mil 618 hectáreas, únicamente 862 se dedicaban a la vid. De hecho, este cultivo decayó con el paso de los años hasta desaparecer, como lo hicieron también las dos empresas vinícolas, las cuales cerraron en la década de 1970.
En años recientes algunos empresarios retomaron la viticultura y la producción de vino en la región. En 2000, Homero Chávez Bunsow emprendió junto con sus hijos el establecimiento de un viñedo de siete hectáreas, donde plantaron 21 variedades de vid. Seis años después, comenzaron a realizar pruebas para la elaboración de vino y en 2012 entraron al mercado.
Tuvo éxito. En 2016 la Casa Chávez obtuvo el sexto lugar nacional en calidad de vinos de mesa. Un ensamble de cabernet Sauvignon y merlot del 2013, y un cabernet de 2012, fueron los vinos que dieron al deliciense la distinción de colocarse dentro del “top ten” en aquella ocasión.
Igualmente notable es el caso de Jaime Galván Guerrero, empresario que en 2013 inició la plantación de un viñedo en el rancho El Halcón con variedades de Cavernet Souvignon y Merlot. Cavall es el nombre con el que bautizó a la marca de vino producida en su bodega, dándose a conocer en México y en el mundo como patrocinadora de deportistas renombrados como el boxeador Saúl “El Canelo” Álvarez y el piloto “Checo” Pérez.
La viña de la familia Galván, de la que se dice es la más grande del estado (cuenta con una superficie de 85 hectáreas), también es un sitio turístico donde se realizan recorridos y degustaciones de vino, el cual es uno de los cinco más importantes de la república y muestra de que Delicias vuelve a posicionarse en el mapa de la vitivinicultura nacional.