DELICIAS.- Rebasados por los costos de los insumos, los pequeños productores de leche de la región centro sur se enfrentan a la quiebra inminente si no aumenta el precio de garantía pagado por la paraestatal Liconsa; mientras tanto continúa el despoblamiento paulatino de los establos, porque las vacas son vendidas al rastro para sostener el resto del hato.
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Así lo expusieron los propios productores durante una manifestación pacífica en el estacionamiento de un conocido centro comercial cercano a las vías del tren, donde además expresaron su solidaridad con los lecheros del estado de Jalisco, Aguascalientes y Veracruz, quienes enfrentan problemas similares.
Santos Anchondo, quien encabezó a los ganaderos, afirmó que hay un despoblamiento exagerado de vacas en los establos, las cuales son de buena genética, porque ya no es posible sostenerlas y se ven obligados a venderlas al matadero a precios muy por debajo de su valor real, ya que un animal de 20 mil pesos terminan vendiéndolo en 6 mil o 7 mil pesos.
“Y lo peor de todo es que es un despoblamiento que casi, pues, se puede decir que para siempre, porque viene siendo una herencia de ochenta, noventa años”, dijo preocupado el dirigente.
Señaló que son distintos factores los que han llevado a esta debacle, dos de ellos la sequía y el incremento en los costos de producción, a lo cual se suma la falta de pago por parte de Liconsa, por lo cual buscan retomar mesas de trabajo y no seguir mal vendiendo ganado.
“¿Cuál es la idea? De que realmente tengamos un ganar, ganar para todos; tenemos pasturas caras, tenemos la sequía, tenemos lo que viene siendo el robo del agua, que nos originó mucho problema: hubo compras de pánico y la pastura subió muchísimo. Entonces lo que nomàs queremos nosotros es trabajar y que nos dejen trabajar”, sintetizó.
Anchondo enfatizó que otro problema es el precio de garantía de la leche, que permanece en 8.2 pesos el litro, llamando a Liconsa a reanudar el diálogo para poner fin a las movilizaciones de los productores.
Hizo igualmente el llamado a la industria del sector privado, para que también aumente el precio pagado a los lecheros y no esperar a que estos quiebren, porque los precios internacionales de la leche son elevados en este momento.
“Somos productores, no somos delincuentes… Nosotros estamos trabajando para perder, los productores aquí en esta región; el gobierno nos ha dado la espalda, no nos ha ayudado en nada, nos quitaron todos los apoyos: Progan, nos quitó el subsidio al diésel, nos quitaron lo del Siniga, Concurrencias, todos los apoyos que había se fueron para la basura… estamos trabajando en números rojos”, se quejó otro productor, de nombre Guadalupe Gómez.
Aseguró que ninguno de los pequeños productores en esta parte del estado obtiene ganancias, ya que en esta temporada, debido al estrés calórico, una vaca produce veinte litros en promedio que se pagan en 160 pesos. Pero cada animal consume 150 pesos en alimentos, a lo cual deben sumarse otros gastos como la compra de diésel y pagos de trabajadores, por lo cual ya es incosteable la ganadería.
“Todos los hatos lecheros aquí en la región están cayéndose en pedazos, no es cierto que el gobierno nos esté ayudando. Y somos productores, no somos líderes”, finalizó.
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