Los restos del joven Raúl Mauricio Carrillo, quien la semana pasada falleció en el desierto de Texas en su búsqueda del “sueño americano”, arribaron a esta cabecera municipal la madrugada de ayer para ser velados en presencia de familiares y amigos.
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A las 12:30 de la noche llegó al velatorio municipal de Rosales el cuerpo de Raúl Mauricio, quien perdió la vida bajo los rayos calcinantes del sol cuando intentaba buscar un mejor porvenir en la Unión Americana.
Serena y en paz a pesar de la pérdida, Ana Rosa Carrillo Gómez, madre del joven, comentó que su hijo anteriormente había cruzado la frontera para buscar trabajo en los Estados Unidos, donde esperaba labrarse un futuro.
Recordó que el último trabajo de Raúl, quien falleció a sus 30 años sin dejar esposa viuda ni descendencia, fue como empleado de un lavado de autos, pero había decidido regresar al vecino país del norte en busca de otras oportunidades para salir adelante.
Pero en esta ocasión el desenlace fue desafortunado: a sólo cuatro millas de la línea fronteriza falleció víctima al parecer de deshidratación, pero sus dos compañeros de viaje permanecieron con él hasta que fueron rescatados por autoridades estadounidenses.
Ayer familiares y amigos de la familia acudieron a darle el pésame a la señora Ana Rosa Carrillo, quien recordó a su hijo como un joven tranquilo que se llevaba bien con todos, por lo que era conocido y apreciado por la comunidad rosalense.
Hoy viernes se dará el último adiós a Raúl Mauricio. La misa será a las 8:00 horas en la parroquia de la Santa Cruz, de donde sus restos serán trasladados al panteón Municipal de Rosales.
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