Con el corazón desgarrado a un año de la pérdida de su hija, Justina Zamaripa, madre de Jéssica Silva, exigió justicia por sus tres nietos huérfanos y que se juzgue en Chihuahua a los elementos de la Guardia Nacional involucrados en la agresión, lamentando al mismo tiempo que se mantenga encarcelados a los tres campesinos de La Cruz y al líder agrícola Andrés Valles.
“Pues para mí un año ha sido muy difícil… no pareciera, pues para mí no pareciera que ha pasado este año, porque no ha pasado nada. Yo nomás le pido a Dios que me siga dando fuerzas porque es un inmenso dolor haber perdido a mi hija de esa forma, y pues seguimos en pie de lucha, sobre todo que se haga justicia por mis nietos y mi yerno”, expresó la “Chatita” Zamarripa, momentos antes de iniciar el rosario que esta mañana se rezó en memoria de su hija.
La mujer, quien acudió al sitio donde Jéssica y su esposo fueron agredidos la noche de aquel 8 de septiembre de 2020, dijo entre sollozos no tener las palabras adecuadas para describir la pena que la sigue embargando, mencionando que ya no tiene ni la noción del tiempo transcurrido desde la tragedia.
Previo a los rezos, Justina Zamarripa y dos mujeres del grupo de Las Adelitas colocaron una ofrenda floral junto a una cruz, la cual se colocó a un costado de la carretera donde “Jessy” y su esposo fueron baleados.
Actualmente le sobreviven a Jessica sus tres hijos adolescentes y su marido Jaime Torres, quien todavía no se recupera de las lesiones que le causaron los proyectiles un año después de la noche que marcó a toda la región.