Con la finalidad de corroborar cuánto volumen de agua se está entregando a través del río Bravo para el pago conforme al Tratado Internacional de 1944, la Asociación de Usuarios de Ruego del Estado de Chihuahua se encuentra monitoreando cerca de cuarenta estaciones hidrométricas, afirmó Salvador Alcántar Ortega, diputado federal por el V Distrito.
El también presidente de la Aurech señaló que el monitoreo lo llevan a cabo junto con la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), mencionando que los usuarios de riego chihuahuenses carecen de equipo suficiente para realizar las mediciones en la cuenca del río Conchos.
Comentó que la Aurech había solicitado equipos de medición por conducto del entonces diputado local Jesús Valenciano García, autorizándose un monto por cinco millones de pesos. Sin embargo, durante la transición del gobierno estatal en 2021 la cifra se redujo a dos millones de pesos.
Dijo que se solicitó la adquisición de una embarcación equipada para realizar las mediciones, pero faltó un software que se necesita precisamente para ese fin, por lo que en estos momentos están gestionándolo.
“Y nosotros, Aurech, con las puras uñas hemos estado trabajando. Ahorita estamos monitoreando ya casi cuarenta o más de estaciones hidrométricas que están a lo largo del (río) Bravo, junto con CILA; eso nos sirve para corroborar información”, dijo.
Respecto a la presa Luis L. León, conocida como “El Granero”, señaló que siempre se había manejado para el control de avenidas y se había mantenido con un almacenamiento de 200 millones de metros cúbicos, pero se logró que la Conagua accediera a conservarla en 280 millones de metros cúbicos.
De esta forma, explicó, se puede estar desfogando volumen de la presa para no ocasionar problemas en la desembocadura del Conchos con el río Bravo.
Además, exhortó a toda la población a ser conscientes de que si la presa La Boquilla derrama excedentes, se tendrán afectaciones en toda la cuenca del Conchos, desde Camargo hasta Ojinaga, pues se agotó el cauce natural del río y esto ha generado inundaciones en los municipios de La Cruz y Julimes, donde un número impreciso de hectáreas cultivadas se han perdido.
Alcántar recordó que la presa vertió en 2008 un volumen de 1 mil 500 metros cúbicos por segundo, llevándose la corriente muchas tierras de cultivo.