“Después de ser acosada y atacada por alguna persona, no vuelves a caminar tranquila por las calles, piensas que siempre te persigue alguien” declaró en entrevista una de las jóvenes universitarias acosada sexualmente por un grupo de hombres en un centro comercial de la capital del estado. Padres de familia piden a las autoridades detener violencia contra las mujeres en Chihuahua.
Después de la detención de un presunto violador serial durante los primeros días de octubre y que ya es procesado por la justicia, los padres de familia se alarmaron porque varias jóvenes estudiantes universitarias rompieron el silencio y comenzaron a coincidir con la historia de acoso por parte de un grupo de hombres en diferentes centros comerciales de la capital del estado.
Una de las afectadas dijo temer a denunciar la situación que enfrentaron ella y varias de sus amigas al acudir al centro comercial denominado Plaza del Sol, donde un grupo de hombres les siguió en diferentes puntos del lugar por separado y al salir el grupo de individuos se unió y las siguió, al llegar al domicilio de una de ellas, se dieron cuenta de que el grupo se encontraba circulando en un vehículo de modelo atrasado, lo que las llevó a cambiarse de departamento por terror a ser víctimas de un delito mayor.
Después de esta situación, la joven detalló que el temor más fuerte proviene de un ataque sufrido al salir de su departamento y dirigirse a la escuela.
“Mientras cerraba la puerta, un tipo aprovechó mi entretenimiento para sorprenderme de espaldas, colocando su antebrazo en mi cuello, entre mis gritos y golpes creo que se asustó y me aventó al suelo dejándome en paz, desde entonces no puedo caminar sin mirar atrás cuando siento que alguien camina cerca”.
“Es difícil caminar por la calle sin voltear atrás cuando se escucha un ruido y respirar profundo cuando descubres que no es nadie, o que se trata de una mujer con sus hijos, pero si es un hombre, es inevitable hacerme a un lado para cederle el paso para descartar que me hará daño”, declaró la joven.
Estas situaciones hacen que más universitarias rompan el silencio y se comuniquen con sus padres, advirtiendo que se sienten amenazadas debido a la inseguridad para las mujeres en la capital de estado.