DELICIAS.- En medio de la tribulación que los atormenta, los padres de la niña Yelmi Pauleth Aguilera Rodríguez, quien murió atropellada antier, recibieron ayuda de parte de la Presidencia Municipal para pagar los gastos del funeral y el entierro de la menor.
“¡Mi niña, mi princesa!”, fue el lamento desgarrador que se escuchó la mañana de ayer en la Funeraria San José, donde se recibió el cuerpo de la pequeña Yelmi Pauleth, quien perdió la vida de manera trágica al ser atropellada por el conductor de un vehículo en la colonia Campesina.
Consternados, en shock por la desgracia, los padres de la menor y otras de sus hijas aguardaban en una de las salas de la funeraria a que les entregaran los restos, los cuales fueron preparados por personal de la empresa para posteriormente ser velados en la colonia Campesina, con la compañía de sus seres queridos.
De semblante sereno pero visiblemente afectado, el padre de la niña, Francisco Javier Aguilera González, comentó que Yelmi Pauleth era la menor de sus cuatro hijos, al contar con siete años de edad.
Parco en sus palabras por el dolor que le representó la pérdida de quien era el alma de la familia, el señor Aguilera refirió que el gobierno municipal acudió en auxilio de ellos y apoyó en los gastos que conlleva el dar el último adiós a la pequeña, cuyo cuerpo fue trasladado al velatorio de la colonia donde vivió su infancia.
Comentó que su hija no fue la única víctima del accidente, pues el vehículo golpeó también a su sobrina Jimena Aguilera, casi de la misma edad de Yelmi Pauleth. Ella sólo resultó con una lesión en la rodilla y se reportó fuera de peligro.
Además, el padre de la niña mencionó que el responsable del accidente, quien al principio huyó atemorizado, decidió entregarse a las autoridades, pero en el Ministerio Público aseguraron ayer que no hubo ninguna detención por este caso.
Sin embargo, aunque la justicia actúe en este caso, en la vivienda de la familia Aguilera Rodríguez quedará un vacío dejado por la ausencia de Yelmi Pauleth, de cuyas risas y gritos infantiles sólo quedará el eco.
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