Las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora del Santuario repicaron este martes a las 15:00 horas como un llamado a la oración por la paz y por todas las víctimas de la violencia, esto a un año del asesinato de los dos sacerdotes jesuitas en la comunidad de Cerocahui.
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Bajo los rayos del sol, las campanas que adornan la torre de la parroquia sonaron durante un minuto y medio, para recordar a los creyentes la necesidad de pedir al Señor porque pare la violencia y se tenga paz, no sólo en la región serrana, sino en todo el país.
El repique de las campanas se escuchó en buena parte de la ciudad, sobre todo en el sector Poniente de la misma, donde se levanta sobre una loma la iglesia del Santuario.
En todo México se programó que a las 15:00 horas en punto fueran tocadas las campanas de los templos católicos, como un clamor hacia el cielo para que la violencia se termine y todos los habitantes del país gocen de la paz.
Hace un año el estado y el país se conmocionaron con la noticia del asesinato de los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, así como del guía turístico Pedro Eliodoro Palma, dentro de la iglesia del pueblo de Cerocahui.
De la muerte de los religiosos y del guía fue responsabilizado el líder criminal José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, jefe de un grupo armado afín al Cártel de Sinaloa.