Las lluvias de los últimos días en el municipio de Julimes han dejado 60 casas remojadas, dos de ellas a punto de derrumbarse por el deterioro, confirmó la Unidad de Protección Civil local.
Jesús Núñez, titular del ramo, explicó que la emergencia fue atendida con la dotación de hule, donde se han repartido 2 mil 500 metros cuadrados para poder beneficiar a unas 300 personas que lo requirieron a fin de cubrir goteras y evitar el remojamiento extremo de viviendas.
Sin embargo, se hacen gestiones por parte de la alcaldesa Angélica Luján para tratar de dotar de programas de lámina a bajo costo a las personas que lo requieran.
Las precipitaciones en esta zona han sido importantes, por lo cual dos familias se vieron en la necesidad de dejar sus casas dado el deterioro de sus fincas, cuyas paredes de adobe se han remojado en extremo.
No obstante, hay 58 viejas fincas más en peligro de remojamiento. “Si siguen fuertes las lluvias corren el riesgo de caer”, advirtió el servidor público entrevistado.
Aunque no ha habido crecientes importantes en los últimos días en el río Conchos, Protección Civil –dijo Núñez- se encuentra al pendiente las 24 horas, porque el caudal del afluente sí ha aumentado.
Los arroyos también han sufrido una creciente, como la que se presentó el pasado sábado a las 11 de la noche en la zona del vado a la salida de Julimes rumbo a la comunidad de El Gramal.