MEOQUI.- La paraestatal Liconsa volvió a retrasarse en el pago a los pequeños productores de leche en la región, a quienes debe dos semanas y media que equivalen a 50 millones de pesos aproximadamente, señaló Santos Anchondo, líder de los ganaderos, quien advirtió que estos prácticamente están en la quiebra.
“Era para que hubieran depositado con tiempo. No, no depositaron los señores. Entonces nos quedamos otra vez patinando, ahorita precisamente iba a ver la cuenta del banco pero no ha llegado nada”, se quejó Anchondo.
El líder de los productores lecheros señaló que ayer les pagaron una semana, pero quedan pendientes otras dos y la mitad de una.
Santos Anchondo dijo que están a la espera de una solución a este problema que se repite, ya que a finales del año pasado Liconsa se retrasó cuatro semanas para liquidar el adeudo con los pequeños lecheros, señalando que el dinero público no se distribuye de manera correcta.
“Nosotros no estamos en contra de que los metan a pensión a los muchachos, a los viejitos ¡Qué bueno! Me da mucho gusto, pero no se vale que se esté dando tanto dinero regalado y a nosotros no nos paguen, o sea, no entienden que estamos quebrados; estamos totalmente descapitalizados”, reprochó el entrevistado.
En cuanto al monto que la federación debe a los productores del sector social por la compra de la leche, se estima que son alrededor de cincuenta millones de pesos.
Igualmente, calculó que en esta zona hay entre 800 y 1 mil 200 lecheros, con código o sin código, que están dentro del programa de Liconsa y se benefician con el precio de garantía establecido por el actual gobierno federal.
“Hay marcan muy bonito los cartelones que dicen precio de garantía, pero no son responsables para el tiempo y forma de pago”, señaló el líder de los productores, quienes aparte enfrentan el costo elevado de las pasturas para alimentar a las vacas.
Agregó que han estado en pláticas con pequeños productores de otros estados del país, donde la problemática es tanto o más grave, pues hubo quienes se vieron obligados a tirar la leche porque los funcionarios de Liconsa se fueron de vacaciones en Semana Santa.