Cientos de personas al grito de Norberto y Justicia, se entregaron en un gesto de solidaridad a la familia Ronquillo Hernández, al arribar a su pueblo natal las cenizas del joven asesinado.
Con pañuelos blancos en mano, consignas de justicia, vestidos con prendas blancas y rostros de dolor, los meoquenses recibieron la caravana proveniente de la ciudad de Chihuahua encabezada por una carroza antigua blanca.
Ayes de dolor, rostros desencajados, lágrimas derramadas en rostros de jóvenes y adultos, hombres y mujeres, y hasta personas con discapacidad que se dieron el tiempo de salir a la calle Aldama y hacer una valla humana.
Reclamos al aire como "justicia", "justicia" o vitores improvisados pero sentidos como "Norberto" replicaron los ciudadanos.
La bienvenida se dio a pie con cientos de personas acompañando la caravana móvil desde el acceso norte en la calle Ferrocarril y hasta la Niños Héroes en el centro de la ciudad donde se asienta la Parroquia de San Pedro y San Pablo.
Los abrazos de amigos cercanos a la familia, los pésames sentidos y rostros tristes se confundían con los ayes de dolor.
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