Con las elevadas temperaturas los tarahumaras sufren las inclemencias del calor de Delicias, pero prefieren permanecer en la ciudad porque en la sierra no tienen dinero para comer, este es el caso de María, quien llegó hace un mes a tierra deliciense con la intención de vender hierbas de olor para conseguir comida.
Tímida ante el lente de la cámara, María de más de 60 años, ya que no recuerda cuántos años tiene, narró que nació en una parte de la Sierra Tarahumara llamada Nararachi, en donde la comida es escasa pero la naturaleza es mucha, tanta que el calor no es tan intenso como en Delicias. Aunque prefiere estar aquí en esta ciudad en donde a pesar de no vender mucho, logra sacar para la comida del día a día.
A pesar de las fuertes temperaturas, María prefiere mantener su vestuario étnico, ya que al comentarle si no le gustaría vestirse con ropa mas ligera, de inmediato dijo un “no” por respuesta, “este es mi vestido, tu ropa no me gusta” comentó sin pena ni tapujos.
Honesta y cruda para decir las verdades, María explicó que en la ciudad la gente compra poco a los tarahumaras, prefieren consumir en establecimientos, pero aun así la poca gente que les compra les es suficiente para salir adelante con los alimentos, porque después regresan a comprar más hierbitas como laurel y gordolobo, que vienen directo de la sierra.
Con cuatro hijos y muchos nietos, María dice ser feliz porque poco a poco salen adelante aquí en Delicias. Aunque dice que le gusta su tierra en la sierra, no quiere irse de la ciudad, porque aunque el calor es mucho, hay más dinero aquí que en la sierra.
De pocas palabras y acompañada de una nieta de escasos 3 años, la entrevistada que se encuentra desde algunos días a la fecha en el Oxxo del Hotel del Norte, de inmediato extendía la mano para pedir ayuda cuando los clientes salían del negocio, la situación es difícil para quienes llegan de la sierra, pero más si se quedan a morir de hambre en su tierra.