DELICIAS.- Martín Parga, representante técnico y legal de las unidades de riego del río San Pedro, expresó su preocupación por los conflictos que puedan surgir entre los productores agrícolas debido a la escasez de agua en los ríos, señalando que este año sólo pudieron establecer poco más de la mitad de la superficie cultivable.
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Los ríos que corren por esta región del estado, el Conchos y San Pedro, han dejado de recibir descargas y por lo tanto ha disminuido sensiblemente el agua disponible para los productores cuyas tierras están más cerca de las riberas.
“El río Conchos y el río San Pedro se están muriendo, están secándose, y con ello la agricultura; entonces al nosotros aprovechar toda el agua que está escurriendo se está quedando muy poco para la flora y la fauna… todos estamos sobreviviendo, estamos sobreviviendo”, advirtió Parga.
Señaló que el retraso en el plan de riegos y el poco volumen disponible en las presas están dejando sin agua al río San Pedro, donde varios tramos están ya secos. Esto a su vez, dijo, ha empezado a generar conflictos entre los agricultores de las unidades de riego que aprovechan esas aguas, lo cual buscan evitar.
Martín Parga calculó que en años normales podían regarse siete mil hectáreas ubicadas cerca del río, pero este 2021 sólo fue posible establecer poco más de la mitad, pues se tiene una carencia media de agua para cuatro hectáreas.
Las zonas que cuentan con tecnificación, señaló Parga, son las que están sobreviviendo, puntualizando que se trata de las tierras que cuentan con un canal revestido y no con riego presurizado.
Por otra parte, el entrevistado descartó que la presa La Boquilla se vaya a cerrar a la extracción agrícola en el mes de junio, porque se tiene calculado el volumen exacto a aprovechar conforme a los planes de riego.
“Están muy bien calculados; si se respetan no va a suceder nada más que lo que dice el plan de riegos”, recalcó Parga.
Sin embargo, expresó que a los agricultores solamente les queda la mucha fe de que el Creador envíe las lluvias del cielo para que los ríos puedan recuperar algo de su volumen y evitar así la catástrofe.
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