Cientos de migrantes sudamericanos se observaron este fin de semana sobre los vagones del tren que corre de sur a norte por la región, lo que motivó a grupos de voluntarios a llevarles botellas de agua y alimentos para mitigar las dificultades que enfrentan en su travesía.
Originarios de Venezuela, Colombia y Haití, entre ochocientos y mil viajeros hicieron dos escalas breves este viernes en el municipio de Delicias, ya que el tren se detuvo primero a la altura de la planta termoeléctrica para realizar maniobras y posteriormente frente a las oficinas de la Secretaría del Bienestar, lugares donde se hizo manifiesta la solidaridad de los ciudadanos.
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Jorge Gallegos, quien lidera uno de los grupos de voluntarios junto con la joven Perla Luján, relató que recibieron el aviso de que un tren cargado con migrantes se había detenido cerca de la termoeléctrica, por lo cual inmediatamente se organizaron para llevar agua y víveres.
Sin embargo, los tomó por sorpresa que en esta ocasión eran muchas las personas que se encontraban sobre los vagones de “La Bestia” (como ellos llaman al tren), por lo cual se sumaron otros grupos como Halcones Perlas del Conchos y ciudadanos que de forma espontánea llegaron con ayuda.
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“Y nos activamos. Nosotros pensamos que iba a traer un poco de gente, pero al llegar al lugar era demasiada, era una exageración la que traía, aproximadamente ochocientas, mil personas que venían arriba del ferrocarril, entre ellos niños, bebés, hasta niños con discapacidad que traían arriba del ferrocarril viajando”, destacó.
Lo primero que pidieron los sudamericanos fue que se les diera agua, pues el viaje se hace a la intemperie y bajo los rayos del sol, que en esta parte del estado provocan temperaturas de hasta 40 grados centígrados.
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Gallegos comentó que era tanta la gente que los voluntarios no se dieron abasto con las botellas de líquido y los alimentos. Hubo también escenas dramáticas, ya que ocho migrantes que habían bajado para solicitar ayuda, entre ellos una niña de seis años, fueron dejados atrás cuando el tren reanudó su marcha, entrando en desesperación.
Pero para fortuna de ellos, kilómetros más adelante, frente a las oficinas de la Secretaría del Bienestar, la máquina volvió a detenerse, lo que permitió a los viajeros afligidos reunirse con sus familiares que también se trasladaban en “La Bestia”.
Más tarde, los voluntarios se trasladaron a la ciudad de Chihuahua, donde el tren hizo una nueva parada, a fin de llevar más botellas de agua, víveres y pañales para los niños pequeños.
Jorge Gallegos mencionó que en las próximas horas podrían llegar más trenes con migrantes a la región, pues a decir de los viajeros es mucha la gente que está saliendo de sus países de origen para buscar el “Sueño Americano”.