El conocido empresario Pedro Zaragoza Fuentes, denunció las arbitrariedades y violación a los derechos humanos de las que fue objeto él y su hijo, después de que se detuvo ilegalmente a su hijo Pedro Zaragoza Delgado en el 2016 supuestamente por el delito de extorsión contra dos ex empleados, quienes no presentaron pruebas y aun así la autoridad de Sinaloa le detuvo.
Con una voz cortada el empresario narró que tuvo que mantenerse oculto por 13 meses, por temor a ser detenido en donde incluso dijo que lamentablemente no pudo estar en el sepelio de su madre, siento mucho coraje e impotencia al recordar todo lo que vivió mi familia, declaró el pasado sábado en una rueda de prensa donde estuvo acompañado de sus abogados Wendy Ortiz, Yuri Eugenio Chavero y del presidente del Centro de Derechos Humanos Civiles y Políticos con sede en Ginebra Suiza, Víctor Rodríguez Recia.
Expresó que tenía una ficha roja para no dejar el país, dure 13 meses estuve alejado de mi familia aun cuando yo era inocente. En febrero pude echar abajo la orden de aprehensión, me acusaron de una extensión por teléfono y envase a esa supuesta extorsión en 35 días sacaron la orden de aprehensión, tuve que salir de Juárez con la muñeca quebrada, para no ser detenido.
“La resolución de la ONU ligada a la detención ilegal y arbitraria de mi hijo Pedro Zaragoza Delgado, ha abierto un debate nacional en relación con los arrestos arbitrarios, conocidos en la legislación mexicana como ‘prisión preventiva’, en donde cuatro de cada diez mexicanos están en las cárceles sin ser sentenciados y peor aún sin cometer un delito.
La detención de mi hijo no se puede concebir como un hecho jurídico simple. Lo tenemos que decir con todas las letras, fue una acción perversa de los administradores de la justicia en el Estado de Sinaloa, sentenció.
Por fortuna, para muchos que están en la misma situación, la detención ilegal de mi hijo y los actos jurídicos subsecuentes sentaron las bases de una jurisprudencia con carácter internacional que será el modelo a seguir para que, en nuestro país, cambien las leyes y se modifiquen conductas que atentan contra los derechos humanos.
Dijo que como padre de familia viví momentos de angustia, aunque contaba con los mecanismos de defensa jurídica, padecimos los vicios de un sistema carente de ética.
El empresario acusó en su caso, se pasó de un caso judicial a un asunto político, viciado de origen y con una clara intención de mostrar el brazo del poder, sin importar el daño moral.
Pedro Zaragoza, dio a conocer que Víctor Manuel Rodríguez quien accedió a escuchar su versión, sin perder la objetividad como derechohumanista observó que el sistema judicial mexicano era juez y parte y que caía en los mismos vicios de los países donde impera la dictadura y la violación permanente a los derechos humanos.
El caso de mi hijo haya servido como modelo internacional y nacional para acabar con los procesos viciados e injustos, no es un aliciente familiar, pero tampoco nos incomoda porque servirá para que la justicia a favor de ciudadanos de bien pueda prevalecer cuando la autoridad se venda o se corrompa.
“Hoy estoy aquí, dando la cara, más confiado en las leyes, arropado por una legislación penal que posiblemente sea aun imperfecta, pero que gracias a la intervención de la ONU será sujeta al análisis y a las reformas que ayuden a mejorar los procesos judiciales”, dio a conocer.
Se metieron con mi familia. Podría decir que no guardo rencor, que tengo el poder de perdonar, gesto inalienable que nos da Dios a todo ser humano. Esto no quiere decir que abandono las banderas de lucha y de justicia.
Pedro Zaragoza advirtió que una acción de esa naturaleza no la volveré a permitir, porque ahora entiendo que las condiciones del país son otras, ahora entiendo que no se puede perder la fe cuando las leyes mexicanas son coartadas por la perversión de contrapartes y gobernantes.
El mensaje que les doy a los mexicanos es que tenemos que seguir luchando y desde el nivel que se pueda, tenemos que seguir luchando para que las cosas cambien. Tenemos que pelearlo y no quedarnos con los brazos cruzados no decir a mí no me pasará porque todos estamos expuestos, dijo Pedro Zaragoza.