Padres de familia de la Telesecundaria en Muracharachi, en el municipio de Guachochi, denunciaron discriminación y bullying por parte del director del centro escolar de nombre Edgar Tomás Montellano Sotelo, quien los ha amedrentado por haberse quejado por las constantes faltas a clases, pues además de ser director está frente al grupo de tercer grado, y de correrlos de los salones por hablar en su lengua rarámuri.
Por lo anterior, Adelina Espino Romero, quien es madre de familia; María Teresa Romero Palma, de la sociedad de padres, apoyadas por el comisario de Policía de la comunidad, Luis Librado Olivas Olivas, acudieron a poner una denuncia ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, luego de dos años de solicitar ante la Secretaría de Educación que el referido profesor fuera movido de Muracharachi.
Muracharachi se encuentra a dos horas de la cabecera municipal, donde los alumnos afectados son 13 niños del tercer grado, que él imparte; nueve de segundo año y 16 niños que acuden al primer año. En una bitácora se han asentado un total de 45 ausencias del profesor, en la que se detalla si no acudió, si fue y se retiró, o si pidió permiso y ya no regresó. Además denuncian que se presenta a la escuela en estado de ebriedad.
“Ya hemos tenido problemas con él por las inasistencias, falta mucho. Los estudiantes acuden desde diferentes puntos de la comunidad, que está en la Sierra Tarahumara, por lo que realizan un recorrido entre 15 minutos a tres horas, y llegan y no va o se ausenta. Él da a tercero, ya para salir, y a una muchachita que se vino a hacer examen de admisión para Bachilleres en Chihuahua, le dijo que no hiciera planes, porque la iba a reprobar. ¿Cómo la va a reprobar si él no va a dar clases?”, cuestionó Adelina.
El problema viene de años, pero se ha recrudecido desde el año pasado y el presente que está por culminar.
Los denunciantes mencionaron que a sus hijos los trata como “los hijos de los grilleros”, y les prohibió la entrada a los padres de familia. En otra ocasión que los padres se cooperaron para construirle un cuarto donde pudiera vivir, se enojó porque se organizaron para construir en rarámuri, y les hablaba en inglés, luego en español los acusaba de flojos, porque no le construían rápido su casa. Los han citado con autoridades escolares para resolver la problemática, pero los dejaron plantados.
La queja quedó registrada bajo el número AOI 295/2019 en la CEDH, con un tiempo de resolución de entre 30 a 35 días, cuando ya terminaría el ciclo escolar.
“Lo que les pedimos es que no reprueben a los niños, que salven el año. Y ¿por qué nos amenazan que nos van a quitar a los otros dos? Si necesitamos la escuela. También me dijeron que me van a mandar a Jurídico, pero yo sólo quiero que los alumnos tengan escuela”, finalizó Adelina.
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