Maltrato animal, eutanasia antes del tiempo reglamentario y malos tratos hacia sus trabajadores, es por lo que la directora del Centro Antirrábico de Chihuahua, la doctora Alejandra Flores, fue acusada ante la Comisión de Derechos Humanos, Función Pública, Secretaría de Salud y la Fiscalía General del Estado, por tres ciudadanos que se vieron afectados al perder a sus mascotas.
De acuerdo con la ciudadana Gabriela Santos, quien ha denunciado por redes sociales y ante El Heraldo de Chihuahua la situación, la directora del Centro Antirrábico fue acusada desde sus inicios en el puesto por malos tratos hacia el personal que labora en el área y hacia los animales que llegan al lugar. Asimismo, durante los últimos tres meses, tres ciudadanos presentaron demandas ante las dependencias mencionadas por practicar la eutanasia a sus mascotas “sin justificación” y antes del tiempo establecido para la revisión del comportamiento del animal.
Salvador Samaniego hace dos meses su perro Pitbull mordió a su hermana cuando ésta entró al domicilio de Salvador. Después de asegurarse que su hermana se encontraba en buen estado, se dispuso a entregarlo al Antirrábico para su observación de acuerdo con la norma 042, donde se establece el resguardo del animal involucrado durante 10 días.
Sin embargo, de acuerdo con Salvador, el perro fue dormido antes de cumplir el tiempo que la norma estipula, por lo que la doctora Alejandra Flores argumentó que la misma norma le permitía tomar dicha acción al ver las conductas del perro.
“La doctora nunca brindó un seguimiento del estado del perro. Yo estuve hablando para pedir los estados de salud del perro y un día me dicen que ya lo durmieron por órdenes de mi hermana, por las heridas que le causó, pero mi hermana nunca habló con la doctora”, explicó Salvador Samaniego, indicando que desconoce el día en que su perro falleció y sin poder tener acceso al cuerpo.
Indicó, que desde hace dos meses desde que se interpuso la denuncia, las instancias correspondientes “no han respondido, ni tomando cartas en el asunto”.
“Para mí él no era un perro, él era mi hijo. Esta funcionaria pública lo secuestró y lo mató, por eso queremos encausarlo a lo penal, pero no hemos encontrado la manera. Hay personas que vivimos solos y nuestros perros son como nuestros hijos. Mi hermana sí quedó con una cicatriz de la mordida, pero mi perro la atacó dentro de su casa, nunca puso denuncia, nunca hubo un informe médico que ameritara esa decisión”, explicó Salvador.