“Muchas de las tragedias que estamos viviendo en nuestros días se deben precisamente a la desintegración familiar, hemos desfigurado el rostro del matrimonio, de la familia, hemos desfigurado el rostro de la vida misma. Parecería que no tener identidad es la vida, y sin embargo tenemos que contemplar agradecidos y respetuosos la vida desde su concepción”, expresó el vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua, Pbro. Gustavo Sánchez Prieto, durante la festividad por la Natividad del Niño Dios, puntualizando que la Sagrada Familia es el origen de la concepción actual del núcleo de la sociedad.
“Tienen una identidad, en nuestro tiempo se pierde la identidad con la ideología de género, se pierde la identidad del matrimonio, de la familia. Vientres rentados, uniones homosexuales, no abonan a una sana y verdadera convivencia familiar. Interpretar que hablar de padre o madre es hablar de ofensa a quienes sostienen otro tipo de posturas, no somos nosotros los que tenemos que cambiar nuestra manera de hablar, ni cambiar la identidad de la familia”, agregó.
“Ahí está San José, ahí está la Virgen, ahí está el Niño envuelto en pañales, recostado en un pesebre. Y los ángeles que cantan ‘gloria a Dios en el Cielo, paz en la Tierra a los hombres que ama el Señor’. Este evangelio así como es anunciado por los pastores, está reflejando el secreto y fuente de la paz y está en una vida familiar vivida según Dios”, destacó el presbítero.
Expresó que el Evangelio llama a contemplar a María como una mujer encinta, y destacó el hecho de que el hijo de María ha sido concebido virginalmente, pero es su hijo, y tiene una identidad: pues se trata de niños, no se trata simplemente de bebés.
“Tienen una identidad, en nuestro tiempo se pierde la identidad con la ideología de género, se pierde la identidad del matrimonio, de la familia. Vientres rentados, uniones homosexuales, no abonan a una sana y verdadera convivencia familiar. Interpretar que hablar de padre o madre es hablar de ofensa a quienes sostienen otro tipo de posturas, no somos nosotros los que tenemos que cambiar nuestra manera de hablar, ni cambiar la identidad de la familia”, destacó el padre Sánchez Prieto.
En ese sentido, manifestó la exigencia de pedir respeto a la identidad familiar y llamó a trabajar para que resplandezca la vida de la familia, en la unidad, en el diálogo, la libertad, en el encuentro, en la ayuda mutua.
“La vida de una familia así como ha sido diseñada por Dios, está reclamando la presencia de Dios, del varón, de la mujer, de los niños y niñas, de los tíos, de los abuelitos, el ambiente familiar sano y bien integrado contribuye a una convivencia social sana, respetuosa de la diferencia, en la ayuda mutua, sin agravios, sin atropellos a nadie y es lo que estamos perdiendo en el nombre de una malinterpretada libertad o de unos supuestos derechos humanos”, mencionó.
Lamentó todo tipo de iniciativas que en nombre de la vida, crean muerte, y se refirió a lo que sucede con la dinámica del aborto, que calificó como absurdo e insensato que quien pretende defender a la mujer abortista, ignore a la criatura abortada.
“No podemos defender el derecho de una, en contra del derecho del otro, por eso cuando contemplamos todo este tipo de iniciativas que a nivel legislativo se están promoviendo, tenemos que lamentar el abuso de autoridad en la dinámica nacista, por aquello de ser mayoría en Congreso y en la Cámara de Senadores. Parecería que no hay otra voz que pueda hacer contrapeso y que se puede ignorar lo que ya ha expresado la comunidad nacional a favor del matrimonio, de la familia, de la vida se arma una consulta en la que participan no sé qué número de ciudadanos porque no queda claro”, dijo.
Para finalizar, invitó a celebrar la Navidad, “tenemos mucho que trabajar en favor de la vida, del matrimonio, de la familia, que es el proyecto original de Dios”, concluyó.
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