La centenaria Presa de San Marcos, en el poblado de El Torreón, en la zona norte del municipio de Chihuahua, ha quedado reducida a un lodazal por el azolve que quedó expuesto, luego de que se abrieran las pesadas compuertas metálicas que permitían habitaran peces y aves en el lugar.
En un recorrido por la zona, se recabaron testimonios de personas oriundas del poblado, quienes compartieron que la apertura fue por iniciativa de los mismos habitantes de El Torreón, con la intención de que se seque durante la temporada previa a las lluvias, y poder desazolvar el lecho de la presa, para devolverle la utilidad de la que se han beneficiado generaciones de torreonenses.
“Hace dos años que se descompuso la compuerta, aparentemente se quebró. La presa tiene más de cien años, imagínese cómo se le iba a dar mantenimiento a ese tipo de estructuras. Los mismos de por aquí somos los que la cuidamos, porque no tenemos apoyos”, refirió un trabajador de una nogalera, mientras hacía una pausa de su labor.
Así mismo, personas de las granjas cercanas, refirieron que dentro de su familia, toda la vida han pescado de la presa de San Marcos, donde se ha fomentado la producción pecuaria, pues anteriormente, solo había población de bagre, y después se sembraron carpas, lobina negra, entre otros.
Así mismo, un habitante de la zona mencionó que el nivel de agua de la presa era importante hasta el año 2019, sin embargo, el pasado 2020 ya no llovió, y el nivel empezó a descender, aunque todavía albergaba peces, que alimentaban a los paseantes durante las salidas familiares a su lugar de esparcimiento.
La apertura de las compuertas fue sin previo aviso, por lo que los peces recorrían en canal de riego que conecta con algunas huertas nogaleras, y al enterarse algunas personas, corrieron la voz entre los vecinos, quienes acudieron a rescatar cuantos peces pudieron, con la intención de que no se desperdiciaran.
“Había peces de entre 12 y 15 kilogramos, hasta el 2019, siempre se trató de cuidar la Presa, porque es del pueblo
La intención fue abrirla para que se secara ahora en la temporada de sequía, para poder desazolvar. Casi todo lo hace la propia gente del pueblo, con sus propios recursos, porque es un patrimonio de la gente de El Torreón, a donde íbamos a pescar con la familia”, relataron.
De esa manera, la sequía de canal de riego quedó sin posibilidad de llevar el recurso hídrico a los árboles de nogal que dependían de esa agua.
Invasión nogalera
El poblado de El Torreón, tiene vocación agrícola, donde se cultivaban especies como frijol, maíz y trigo; pero desde hace unos 45 años, introdujeron las huertas nogaleras con producción de nuez, que demanda mayor cantidad de agua para el riego, para el que el agua de la presa resultó insuficiente.
A partir de ahí se empezó a explotar el agua subterránea para riego en la región, con la implementación de pozos con bombeo eléctrico, y las huertas nogaleras reemplazaron en el área la producción inicial.
“La mayoría de las huertas nogaleras ya tienen pozos, pero algunos de los vecinos sí ocupaban el agua de la presa, por un canal de riego; pero a ellos ya se les terminó el ciclo de riego, cuando se acabó el agua de la presa. Sí la necesitan, pero ya no hay agua”, dijo un agricultor con voz apesadumbrada.
Así mismo, refirieron que las huertas nogaleras, hace unos 45 años que empezaron en esa zona, pero hay unos árboles que no presentan crecimiento necesario pues no les han dado mantenimiento adecuado, porque les faltó agua.
En ese sentido, aclararon que la presa San Marcos, nunca ha tenido la capacidad de abastecer la producción nogalera, por la gran cantidad de agua que requieren los árboles, por lo que su mayor fuente de hidratación es el agua subterránea extraída de pozos.
Por ello, las huertas trabajan con pozos con bombas eléctricas y con riego tecnificado.