El arzobispo Constancio Miranda Weckmann, difundió la circular número 40 dirigida a sacerdotes, religiosos, seminaristas y laicos para informar sobre el protocolo que se seguirá para la reapertura de los templos.

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Monseñor Miranda adelantó que en el futuro inmediato las cosas no serán iguales, por lo que la feligresía deberá adaptarse a una nueva situación, con plena corresponsabilidad, acatando las medidas que nos propone el sistema de Salud. Respecto al aforo primero será el 15% con la posibilidad de crecimiento gradual, según las condiciones de evolución de la pandemia lo vayan permitido.

Además, reiteró que la dispensa del precepto de participar en la misa fiestas dominicales de guardar continua vigente.

El procedimiento a seguir en la reapertura del culto en las parroquias será sanitizar los templos donde se vaya a celebrar el culto, procurando la ventilación adecuada. Además, se deberá crear un equipo de edecanes que dé la bienvenida y las indicaciones necesarias a los fieles, quienes portarán permanentemente cubre bocas y careta plástica.

Además se deberá señalizar en el interior de los templos los lugares que los fieles podrán ocupar, tanto para sentarse como para ir a comulgar.

El arzobispo de Chihuahua solicitó a la Comisión Diocesana para la Pastoral de las Comunicaciones que elabore el material ilustrativo para la capacitación del equipo de edecanes y para los fieles.

También se dirigió a los sacerdotes, para que aumenten el número de misas que celebren, donde sea posible, y que den a conocer los horarios de las celebraciones a sus fieles, y que coloquen la información gráfica de las medidas sanitarias, en una lona.

Así mismo, a cada asistente a la celebración se le tomará la temperatura (en el brazo o en la mano), antes de entrar al templo; pasará sus pies por un tapete desinfectante y deberá usar cubrebocas (que deberán dejar puesto), y gel antibacterial. Los lectores deben sanitizar continuamente los micrófonos. En el caso de los coros, deberá observar la sana distancia.

Como se ha realizado desde que inició la contingencia, se omite el saludo de paz, y se sugiere que se una leve inclinación de cabeza. La comunión continuará dándose en la mano, y el sacerdote dirá para todos, una sola vez, “El Cuerpo de Cristo”, mientras cada fiel asiente en silencio.

La colecta se recogerá después de Comulgar para evitar filas y aglomeraciones en la salida.

Don Constancio solicitó a los sacerdotes que sean breves en el tiempo de la celebración, y que cuiden que en la salida no haya aglomeraciones, guardando la sana distancia.

Para las celebraciones de los sacramentos como el bautismo, primeras comuniones, confirmaciones, confesiones, matrimonios, y exequias, también se seguirán esta medidas, con las debidas adaptaciones de cada caso.

Para finalizar, Monseñor Miranda instó a que hasta que no se pueda recuperar el aforo en los templos al 100%, las celebraciones se sigan transmitiendo a través de las redes sociales.