GÓMEZ FARÍAS, Chih.- El doctor Blas Godínez Ortega, alcalde electo de Gómez Farías, había pedido apoyo para un operativo federal para la búsqueda de su padre secuestrado desde noviembre de 2017, lo que se presume entre sus allegados como el posible móvil del ataque del que fue víctima el pasado viernes por la noche en su consultorio, donde un sujeto solitario le disparó en la cabeza.
La insistencia pública por localizar a su padre y la probable realización de un operativo mayor una vez que asumiera como alcalde, es lo que suponen las investigaciones como la causa por la que atentaron contra su vida.
Los colaboradores de Godínez Ortega señalaron que la intención del médico una vez que asumiera como alcalde era la de poner en marcha proyectos que había acordado con el Gobierno del Estado y la Federación, en materia de seguridad y desarrollo social, independientemente de que en el plano familiar seguiría con la búsqueda de su padre.
Sus prioridades estaban en el combate a la pobreza y en obras de beneficio social para el pueblo, pero desde luego también en materia de seguridad, pues el municipio tiene años sin siquiera tener una policía municipal, como lo muestra su comandancia abandonada, sin patrullas y sin personal, de acuerdo con los integrantes del equipo de Godínez Ortega.
El regidor electo, Miguel Domínguez González, quien tiene desde los años 90 de conocer a la familia Godínez Ortega y ahora participó en el proyecto político del médico, consideró que la víctima del ataque siempre ha sido un hombre de bien y no había razón para que atentaran contra su vida, por lo que lo más probable es que hayan tratado de acallarlo por la insistencia de buscar a su padre secuestrado.
No hay otra explicación, afirmó, pues el médico siempre veía por los demás, desde su labor como doctor o como funcionario y había mostrado la realidad de este pueblo, que él quiere cambiar para bien.
Por su parte el síndico electo, Marco Muñiz, manifestó que todos los colaboradores, regidores y amigos del médico están consternados por lo ocurrido y no pueden pensar en otra cosa que en su recuperación, pero es obvio que los motivos del crimen tienen que ver con la situación tan lamentable por la que atraviesa su familia, desde los hechos de noviembre pasado.
Al respecto, agentes de la Comisión Estatal de Seguridad que atendieron el llamado de auxilio luego del balazo, señalaron que el ataque fue algo poco común en esta región, donde los grupos armados tienen otro modo de operación más aparatoso.
Este caso, dijeron, tiene otras características que hacen presumir fue algo planeado directamente contra el médico, de una forma distinta a las incursiones que suelen tener los grupos delincuenciales, por lo general con armas de grueso calibre y con varios atacantes. Esta diferencia, consideraron, puede deberse al despliegue de fuerzas estatales que hay en la región, que inhiben en parte la actividad criminal.
Pero el modo de operar diferente, señalaron, no deslinda al crimen organizado del ataque al médico Godínez, pues era fuerte la presión que ejercía para lograr un despliegue de fuerzas federales y militares en la región.
UN SUJETO QUE FINGIÓ NECESITAR AYUDA
La cinta de color rojo con la leyenda "Peligro" delimita la escena del crimen del que fue víctima el doctor Blas Godínez, a quien buscó un hombre en su consultorio, donde estaba reunido con el que sería su equipo para la Presidencia Municipal, con el pretexto de que necesitaba ayuda médica porque traía un fuerte dolor en el estómago.
Delgado, desconocido en el pueblo, con sudadera azul y sombrero, es como identifican al sujeto que llegó al consultorio para lograr la consulta médica falsa y dispararle en la cara al doctor en cuanto las demás personas salieron del consultorio.
"Todos al piso, todos al piso", gritó el atacante después de haberle disparado a Godínez y escapar del consultorio, afuera del cual lo esperaban algunos de sus colaboradores que afinaban detalles para la toma de posesión del gobierno municipal.
El supuesto enfermo arribó poco antes de las 22:00 horas al consultorio ubicado cerca de la calle principal de Gómez Farías e interrumpió la reunión del próximo gabinete municipal para pedir al médico que lo atendiera, a lo que el doctor le pidió que lo esperara unos momentos para que se desocupara.
En nadie generó sospechas la petición, dado que era común que Godínez atendiera gente sin citas y sin horarios en la pequeña clínica privada donde su madre le apoya como enfermera.
El atacante no duró ni un minuto adentro cuando detonó el arma de fuego a quemarropa, dirigida a la cabeza del doctor. Según los primeros reportes de la escena del crimen, el sujeto se tomó la molestia de recoger el casquillo, luego de disparar y provocar que el médico se desplomara en la silla de su escritorio. Fue un calibre pequeño, 22 o 25, presumiblemente disparado desde un revólver, de acuerdo al análisis de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado.
Para salir el sujeto amenazó a las 6 personas que esperaban afuera del consultorio, haciéndolos que se echaran al suelo para poder escapar por la misma puerta por la que entró, sin que vieran hacia dónde corría.
Los colaboradores de Godínez entraron de inmediato al consultorio para encontrarlo tendido en un charco de sangre, pero con signos vitales, por lo que como pudieron lo llevaron a la entrada de la pequeña clínica mientras llegaba una ambulancia del hospital que se ubica a unas cuadras, el mismo nosocomio que dirigía hasta su secuestro el padre de la nueva víctima.
Al lugar fue enviada una ambulancia de la Comisión Estatal de Seguridad y los elementos asignados a filtros de control en la región fueron instruidos para llevar en operativo al herido hasta Cuauhtémoc y entregar su custodia a los agentes en esa ciudad, que esperaban el arribo para conducirlos al hospital, a donde llegó acompañado de su esposa y de su hermano Alfredo.
Debido a que no había neurocirujano disponible en el Hospital Regional, Godínez Ortega fue enviado, estable y con la asistencia adecuada, hasta Chihuahua, donde fue internado en el Hospital Ángeles y sometido a cirugía desde las 04:00 horas del sábado, para retirarle los restos de la bala que le comprometieron el globo ocular, el oído y parte del cerebro del lado izquierdo.
Los rastros de sangre hasta ayer podían apreciarse en el interior de la clínica, cerca de la misma puerta por la que entraron hace 10 meses los pistoleros que secuestraron a su padre.
FAMILIA GODÍNEZ DEJA EL PUEBLO
Tras el ataque sufrido por el médico Blas Godínez Ortega, su familia abandonó el pueblo resguardada por agentes de la Fiscalía General del Estado, para concentrarse en el Hospital Ángeles de la capital del estado a la espera de noticias sobre su estado de salud.
Vecinos del sector señalaron que junto con el médico se fueron en una ambulancia de la Comisión Estatal de Seguridad fuertemente custodiada, su esposa y uno de sus hermanos, el viernes por la noche, mientras que ayer la madre del doctor Rosa Emma Ortega y otro de sus hermanos, junto con los hijos y demás familiares, fueron trasladados ayer por la mañana.
El lugar que habitaba la familia hasta la mañana de ayer está compuesto por la clínica privada del médico, un restaurante anexo y una casa grande al fondo, todo lo cual quedó cerrado con candados y con dos vehículos estacionados en el exterior, pues todos decidieron irse para Chihuahua.
Vecinos del lugar comentaron que tras los hechos se registró una enorme movilización de los agentes de guardia de las Fuerzas Estatales y la ambulancia, en la que el médico herido se fue acompañado por dos personas, mientras que el resto de los familiares decidió partir ayer por la mañana, tanto por seguridad como para estar cerca del lesionado, de quien sólo les avisaron que estaba delicado, pero estable, sin más detalles de su estado de salud.
La familia Godínez Ortega ha sido víctima de la delincuencia en dos ocasiones durante los últimos 10 meses, pues primero fue el secuestro de Blas Godínez padre, en noviembre de 2017, y luego el ataque del hijo el pasado viernes, presumiblemente por la intención de la última víctima de buscarlo hasta encontrarlo.
Los vecinos del sector coinciden en que los Godínez no tenían enemigos, eran conocidos por su trabajo en el hospital, en el consultorio privado y el restaurante, labores de las que viven el padre, la madre, los tres hijos y sus familias, y que además genera algunos empleos de auxiliares en dichos negocios.
Pero desde el extraño secuestro del padre, las movilizaciones de policías han sido constantes, pues además de la incesante búsqueda del secuestrado el galeno ahora hospitalizado se lanzó como candidato de la alianza Juntos Haremos Historia y ganó la Presidencia Municipal, por lo que había mucha actividad y reuniones constantes en el lugar.
En los alrededores, los vecinos se dicen sorprendidos por el nuevo hecho de violencia y esperan el regreso de la familia y buenas noticias del presidente municipal electo.
LO ÚNICO EN QUE PENSAMOS ES EN QUE ESTÉ BIEN
"Por ahora sólo podemos pensar en que esté bien, lo demás no nos importa", dijo César Godínez, hermano del alcalde electo de Gómez Farías, al señalar que por ahora la familia no sabe qué hacer, si volverá a su pueblo natal o lo abandonará para siempre.
Ni saber quién atentó contra la vida del médico ni los motivos, dijo, son importantes ahora, sino esperar a que se recupere del balazo que recibió, para lo cual están orando y pidiéndole a Dios que lo mantenga con vida, como lo ha hecho hasta el momento luego del terrible ataque.
Vía telefónica, César Godínez señaló que la prioridad de la familia no está en determinar si regresan o no a su pueblo, pues eso lo decidirán una vez que se resuelva la situación de Blas, a quien consideró como un guerrero joven y fuerte que seguramente saldrá airoso de este problema.
Narró que tras los hechos y el traslado de su hermano, él y su madre y el resto de la familia estaban preocupados por estar acompañándolo, por lo que decidieron viajar ayer mismo a Chihuahua y no despegarse del hospital hasta tener noticias positivas de Blas, que confía serán en las próximas horas.
Explicó que los médicos consideran que una vez que baje la inflamación se podrán determinar los daños que sufrió, por lo que prefirió no adelantar lo que pueda ocurrir, pues la familia está confiada en Dios y en que la fuerza y determinación del doctor lo sacará de esto.
El hermano de la víctima insistió en que no hay cosa más importante en qué pensar más que en la recuperación del doctor lesionado, y ya después podrán decidir en familia lo que van a hacer ante estas tragedias que se han atravesado en su camino, tanto la de su padre como la de Blas.
DECLINA EL SUPLENTE ASUMIR LA ALCALDÍA
El presidente municipal suplente de Gómez Farías, Alen Muñoz Loya, declinó asumir la Alcaldía, ante el riesgo existente, por lo que el Cabildo no ha tomado una decisión sobre quién se hará cargo de la administración, que debe instalarse a más tardar mañana lunes.
Muñoz Loya informó que por el riesgo que implica y por cuestiones personales, decidió no aceptar el cargo de presidente municipal y dejará que sean las autoridades las que determinen quién se hará responsable de recibir el gobierno y encabezar la administración.
En entrevista vía telefónica, debido a que viajó a Chihuahua por un problema familiar, Muñoz Loya señaló que fue llamado a asumir el cargo como lo dispone el Código Municipal, “pero primero está la familia”.
Explicó que además de lo ocurrido, que consideró lamentable, triste y preocupante, su esposa, que iba a formar parte de la administración de Godínez Ortega, enfrenta un embarazo de alto riesgo, por lo que también había decidido no incorporarse al gobierno municipal, así que la decisión final fue la de no aceptar la tarea.
La decisión de Muñoz Loya fue analizada ayer durante una reunión de los colaboradores del doctor Blas Godínez y los regidores electos, que ayer asumirían formalmente sus cargos, en una ceremonia que fue cancelada por lo ocurrido.
Tras la reunión del gabinete entrante, que ya había sido designado por el médico unos días antes, se analizó la legislación correspondiente que marca la elección de un regidor de los que componen el Cabildo, para asumir como presidente municipal suplente, en lo que se recupera el titular.
Marco Muñiz, síndico electo, señaló que el equipo del doctor Godínez está triste y consternado, pues todos conocían de su vocación por servir que lo movía a trabajar por Gómez Farías desde cualquier trinchera, aún sin tener cargos públicos.
“Incluso algunos hasta estamos enojados con él, porque es muy confiado, es muy confiado porque es un hombre bueno, ejemplar… y por eso pasó lo que pasó, porque atendía a todo mundo, a nadie le negaba la ayuda”, dijo el próximo funcionario municipal, quien se había ido del consultorio 45 minutos antes de que ocurrieran los hechos el pasado viernes por la noche.
“Estamos muy tristes, todos con caras largas… pero sabemos que la función debe continuar y vamos a hacer lo que él quiere que hagamos, ponernos a trabajar y vamos a esperar su regreso, para que cuando vuelva no tenga que venir a regañarnos por no hacer lo que nos corresponde”, dijo Muñiz, quien explicó que se trabaja en un acuerdo político con tres propuestas de los regidores electos para asumir como alcalde suplente, lo cual se decidirá el lunes a las 14:00 horas.
A su vez, el secretario municipal designado por Godínez, Ricardo Rentería, informó que el Gobierno habrá de funcionar hasta donde sea posible, pues obviamente todos tienen miedo de lo ocurrido y de lo que pueda ocurrir.
Por su parte, el regidor electo Manuel Domínguez González manifestó que lo más importante en estos momentos es esperar resultados favorables de las intervenciones médicas a favor del doctor, a quien consideró una víctima más de tanta inseguridad que hay en la región.
“Lo conozco desde chiquito y lo he visto cómo se ha hecho un hombre de bien”, dijo el edil Domínguez, quien señaló que es necesario trabajar como el alcalde electo quería hacerlo antes del incidente, poniendo en marcha los proyectos que ya tenían encargados.