Los trabajos de limpieza de la cantera de Palacio de Gobierno tendrán una duración aproximada de 3 semanas, lo realizará un equipo especializado.
Lo anterior lo informó el arquitecto Gastón Fourzán, quien en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia han realizado trabajos de restauración, ello tras los resultados del diagnostico que se presentó por parte de la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH Chihuahua.
El equipo especializado que se encargará de esta limpieza ha intervenido en la restauración de la Catedral Metropolitana de la Santa Cruz, la Quinta Carolina y el Central Hotel Boutique.
A través de un trabajo interdisciplinar entre arquitectos y restauradores de bienes muebles, se realizaron una serie de pruebas sobre los distintos tipos de pintura que fueron colocados el pasado 8 de marzo sobre la cantera de Palacio de Gobierno, con el fin de diagnosticar el problema y capacitar a un equipo de trabajo para su limpieza.
El arquitecto Gastón Fourzán, encargado de intervenir este espacio desde el año pasado, contactó a la maestra Saydé Sortibrán Cárdenas, restauradora de bienes muebles egresada de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para realizar dicho diagnóstico, definir el procedimiento correspondiente y capacitar a un equipo local.
En la descripción visual se detectaron al menos siete colores distintos de pintura: verde bandera, morado, rojo, verde fosforescente, negro con brillos, cobre, verde bandera de meses anteriores, entre otros, de los cuales algunos eran de pintura vinílica, otros de acrílica, algunos más de esmaltes y aerosoles de poliuretano, e incluso de cal.
Cada color, por su composición particular, requiere de una solución distinta para su limpieza. Por ello, en cada uno se realizó –a prueba y error– la aplicación de solventes polares (alcoholes) y no polares (thinner, aguarrás, xilol, etc.) que fueron diluidos en agua destilada en diferentes proporciones, al 10 o 20 por ciento, y aplicados mediante hisopos.
El procedimiento inició con la aplicación de los alcoholes que no dejan residuos, se volatilizan de forma rápida y son los menos agresivos tanto para el usuario como para la piedra y, en algunos casos donde no hubo reacción, se dio pie a aplicar materiales más fuertes. Sólo en casos extremos se busca utilizar amoniaco, pues es muy tóxico.
El arquitecto Fourzán señaló que, debido a que la piedra con la que fue construido el Palacio de Gobierno de Chihuahua –edificio histórico del siglo XIX– es “una toba riolítica sedimentaria, demasiado porosa y blanda, que ha absorbido incluso las sustancias más volátiles.