Denominados así, por la jerga de choferes, a la forma de servicio que ofrecen algunos de los conductores registrados en las plataformas digitales como “viajes por fuera de la aplicación”, con la promoción de hacer traslados más económicos al realizarse con la plataforma apagada, por lo que no se brinda ningún tipo de protección para los pasajeros.
Estos tipos de viajes suelen ofrecerse a través de redes sociales, donde los conductores especifican la zona de la ciudad por donde transitan, su número telefónico y la cantidad de personas que pueden viajar en el automóvil. En otras ocasiones, los mismos usuarios solicitan los servicios mediante una publicación a fin de ahorrarse una pequeña cantidad de dinero que sí sería cobrada al utilizar las aplicaciones, sobre todo para trasladarse a otras ciudades.
Para el conductor, representa una mayor ganancia económica al ser un cobro que no está sujeto a comisiones para la plataforma. Estas acciones son estipuladas como prohibidas dentro de los estatutos de las distintas empresas, y dentro de algunas políticas, amerita la baja de licencia, debido a que al practicarlas no se encuentran ni siquiera dentro de la modalidad de taxis, al no contar con el permiso y regulaciones de dicho negocio.
Al utilizar este tipo de servicio, el usuario corre el riesgo de ser víctima de algún delito o no estar protegido por el seguro de pasajero en caso de algún accidente. Sin embargo, el riesgo para los usuarios no es único de los viajes fuera de la aplicación, pues existen conductores que utilizan documentos falsos, como tarjetas de circulación y pólizas, mismas que son ofertadas en grupos privados, secretos y hasta públicos de la red social Facebook.
Dentro de los viajes V.I.P, se encuentra el servicio de “viajes ejecutivos”, en donde choferes ofrecen salidas diarias a Ciudad Juárez, Delicias o Cuauhtémoc por una cantidad accesible o inferior al costo de un boleto en la Central Camionera. Cabe mencionar que el usuario no se encuentra protegido, pues no hay algo en forma que esté contratando, quedando en desamparo si llegara a suceder cualquier tipo de accidente.
El panorama del transporte privado en plataformas digitales
Estar detrás de un volante implica una gran responsabilidad pues en las manos de quien conduce se encuentra la vida de muchos, tanto de los que acompañan como de todos aquellos que se cruzan por el camino, aunque sea solo por un par de segundos. Una mayor precaución se debería tener cuando se dedica al negocio de la transportación, pues se es el responsable de miles de personas que depositan en el chofer la confianza para acercarlo a su destino.
Cabe mencionar que de las cinco plataformas de transporte privado que operan en el estado de Chihuahua, solo dos de ellas cuentan con especificaciones contra las actividades ilegales que pueden cometer tanto los conductores como los pasajeros durante el uso del recurso digital mediante el cual funcionan sus servicios. UBER y DiDi son las únicas plataformas que, dentro de sus Términos y Condiciones, se reservan el derecho de cancelar aquellas cuentas de socios y usuarios que practiquen actividades ilegales en el vehículo durante el viaje.
Mientras que Citicab, Cabify y Kawi no integran algún tipo de regulación. Dentro de la plataforma de UBER, dichas actividades incluyen el tráfico de drogas y personas o la explotación sexual de menores, así como “viajar en grupos grandes que excedan el número de cinturones de seguridad del auto; pedir que infrinjan las leyes de tránsito locales como los límites de velocidad, aceptar pedidos ilegales en la calle fuera de la plataforma mientras la app está en uso y solicitar pagos de tarifas fuera del sistema de Uber”, entre otras.
Así mismo, para los pasajeros, se advierte que el prestar la cuenta a otra persona y aceptar viajes en un vehículo no autorizado amerita la cancelación de la misma.
Por otro lado, DiDi estipula dentro del apartado de Acuerdos y Garantías, que el conductor no usará los servicios para “propósitos ilegales”. Mientras que para los pasajeros se especifica “transmitir o almacenar materiales ilegales o para fines fraudulentos”.
De igual manera, advierte que el contrato con el conductor será cancelado de manera permanente si el vehículo registrado no coincide con la información dada dentro de la aplicación, incluyendo placas falsas, póliza de seguro no válida y marca de vehículo falsa. Para lo anterior se aplicará una multa de mil quinientos pesos.
También se menciona que será interpretada como fraude “cualquier conducta para obtener concesiones, recompensas u otros beneficios a través de cualquier forma de comportamiento engañoso o reventa”. Además, el conductor no podrá “otorgar licencias o sub-licencias, vender, revender, transmitir, ceder, distribuir o de otra manera explotar comercialmente o poner a disposición de terceros los servicios o aplicaciones en forma alguna”.
La compañía advierte que el incumplimiento de dichos Términos y Condiciones ameritan desde una advertencia hasta la declaración a las autoridades competentes y la suspensión y/o retiro inmediato, temporal o permanente del derecho a utilizar la aplicación DiDi Driver.
Por su parte, CitiCab solo declara que se reserva el derecho de bloquear el acceso o remover en forma parcial o total, “toda información, comunicación o material que a su exclusivo juicio pueda resultar: (i) abusivo, difamatorio, obsceno, ofensivo (ii) fraudulento, artificioso o engañoso, (iii) violatorio de derechos de autor, marcas, confidencialidad, secretos industriales o cualquier derecho de propiedad intelectual de un tercero”.
Dentro de la plataforma KAWI, disponible en Ciudad Juárez, como parte de sus políticas de servicio se pide que la aplicación no sea utilizada de forma indebida, poniendo como ejemplo el no contar con una forma de pago disponible.
Para Cabify, en sus condiciones de uso general, se menciona que el usuario deberá abstenerse utilizar la Aplicación y/o Sitio Web con fines o efectos ilícitos, ilegales, sin dar mayores especificaciones.
Ante dichos acontecimientos, diversos conductores de las plataformas, aseguran que existe una gran parte de ellos que sí se encuentran laborando legalmente y que cumplen con todos los requerimientos solicitados en tiempo y forma. Sin embargo, comentan que las mismas aplicaciones no cuentan con un control regulado pues existe mucha desinformación tanto para los conductores como para los pasajeros, así como vertientes que no se encuentran bien establecidas.
“La falsificación de documentos, la venta de cuentas, la prestación de flotillas que existe en el negocio es grande. Como en cualquier oficio aquí también existe una gran mafia y las autoridades saben de eso pero por alguna razón no se empeñan en regularlo.”, comenta un ex chofer de plataforma digital.
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