En el total abandono continúa el conocido como parque Hundido o Chapultepequito, en El Palomar, ubicado sobre la calle Ramírez Calderón, en donde a lo largo de los años las diferentes administraciones lo han pasado por alto, ya que a simple vista se puede observar sus paredes grafiteadas; las áreas de juego para niños, como los diferentes areneros ubicados sobre este espacio están totalmente destruidos, así como las dos áreas para practicar en las patines, patinetas y bicicletas, también lucen grafitis y basura acumulada.
Siendo los areneros los espacios más dañados y descuidados, totalmente vandalizados, lo que da muestra de la falta de vigilancia en el lugar, pues los grupos de vagos han hecho lo que quieren con esta área, hasta llegar a quemar varios de los juegos ubicados en estas áreas, las cuales ya representan más un riesgo para los niños que un lugar en donde poder divertirse.
Debido a que además de estar varios juegos quemados, algunos están quebrados, a otros les falta el resbaladero o algunos animalitos montables, por lo que los fierros y alambres quedan al descubierto.
Aunado a que están todos grafiteados y sucios, la pintura totalmente deteriorada, brindando una imagen de total abandono, a pesar de ubicarse en una zona tan céntrica y visitada, tal vez sea por encontrarse hacia abajo y que no queda tan expuesta a ser vista, que las autoridades la han pasado por alto.
Mientras que por otro lado desde hace ya varios meses el Escuadrón Deportivo Militarizado Cóndor solicitó a la presidencia les cediera algunos espacios, como el área de los baños y unas oficinas que ya estaban clausuradas, para poder instalarse, y a la vez ir rehabilitando poco a poco este parque, el cual ya luce con dos construcciones habilitadas y recién pintadas, esto con el apoyo de la Dirección de Mantenimiento Urbano.
Son alrededor de 50 jóvenes los integrantes de este grupo, quienes poco a poco han estado trabajando en limpiar un poco el lugar, y cuyo objetivo es continuar realizando mejoras a esta área, la cual sin duda requiere de una mayor atención e inversión, para que vuelva a convertirse en lo que en un principio fue, un espacio para el esparcimiento y diversión de niños y jóvenes.