Una versión compartida por autoridades mexicanas al diario The Dallas Morning asegura que los 13 migrantes que desaparecieron en septiembre del 2021 en Ojinaga fueron asesinados por el Cártel de Sinaloa, que tomó a este grupo de indocumentados -la mayoría chihuahuenses- para cobrar un rescate por cada uno de ellos, sin embargo, finalmente decidirían privarlos de la vida.
“Ambos lados de la frontera han hablado en privado de una versión probable de los hechos, un enfrentamiento entre miembros de los cárteles de Sinaloa y La Línea la semana en que desaparecieron los 13 (migrantes). Según el funcionario de seguridad mexicano cercano a la investigación, el grupo había sido tomado como rehén por miembros del Cártel de Sinaloa, quienes planeaban retenerlos para pedir un rescate”, afirmó el diario estadounidense.
Continúa explicando que cuando miembros de La Línea se dieron cuenta de que los de Sinaloa estaban “invadiendo” su territorio e interfiriendo con su carga humana, dijo el funcionario, llevaron decenas de camiones al Bosque Bonito, cerca de Lomas de Arena, para “rescatar” a los migrantes. “El Cártel de Sinaloa tenía menos gente, pero más armas, y La Línea se retiró. En algún momento durante o después del enfrentamiento, el funcionario cree que los migrantes fueron llevados a otro lugar y asesinados”.
Incluso entre la información que logró recabar el diario originario de Dallas fue que entre los rastreos realizados en los alrededores de Bosque Bonito localizaron viviendas abandonadas, que al parecer era un escondite, donde los investigadores encontraron huellas dactilares ensangrentadas y otras pruebas de tortura, además de casquillos y vehículos calcinados, estos últimos dados a conocer también en comunicados de la Fiscalía General del Estado.
De acuerdo a la denuncia de cada uno de los familiares de las 13 víctimas, todos partieron de la ciudad de Chihuahua el 24 de septiembre y pretendían llegar a Estados Unidos el lunes 27, sin embargo, varios de ellos se comunicaron por última ocasión el día 25 con sus familiares para avisar que estarían por entrar al desierto y por lo que perderían comunicación, pero al momento nadie sabe de ellos.
La ruta que presuntamente tomarían en colaboración con el supuesto “coyote”, sería tomar la interestatal 10, donde otras personas lo esperaban para llevarlos a Permian Basin y Dallas, pero que primero debían atravesar por Lomas de Arena, que se encuentra a un costado del río, y vecino de los condados de Hudspeth y Culberson en Texas.
Todo el entramado de los migrantes desaparecidos se descubrió después de que las autoridades norteamericanas deportaran a un adolecente, quien fue entregado a la Fiscalía General del Estado, quien reveló que todo el grupo de indocumentados había sido privado de la libertad por un grupo armado y que a él lo dejaron irse del lugar y fue cuando escapó y finalmente fue localizado por la Patrulla Fronteriza.
El alguacil del condado de Culberson, Oscar Carrillo, quien el pasado 28 de diciembre, informó de la identificación de los restos de un hombre indocumentado encontrado en Texas, comentó al medio The Dallas Morning que en lo que va del año han recuperado 28 cuerpos en el desierto en diferentes condiciones.
Hasta el momento la Fiscalía General del Estado, como las diferentes autoridades en el estado, siguen realizando rastreos permanentes para buscar a todas aquellas personas que desaparecieron en la franja fronteriza, los cuales a pesar de haber más de 30 personas desaparecidas, no existe un solo rastro de ellas.